3. La Cooperación con el Ajustador
110:3.1 (1205.5) Los Ajustadores se juegan el juego sagrado y extraordinario de las edades; se ocupan en una de las aventuras supremas del tiempo en el espacio. Y cuán felices son cuando vuestra cooperación les permite prestar ayuda en vuestras cortas luchas del tiempo, a medida que continúan ejecutando sus tareas más vastas de la eternidad. Pero usualmente, cuando vuestro Ajustador intenta comunicarse con vosotros, el mensaje se pierde en las corrientes materiales de los caudales de energía de la mente humana; tan sólo de vez en cuando oís un eco, un eco leve y distante, de la voz divina.
Nuestros pies, ya se encuentran asentados en la tierra firme planetaria base de la humilde sencillez, allí en donde los Rayos del Sol, han secado los pantanos de la petulancia erudita, y de los engaños de los espejismos de las vibrantes esferas mundos astrales y mentales, generadas en los engaños etérico-verbales, en las parafernalias y encerronas de sus manipuladores interesados.
Estamos ahí, en donde hemos descubierto que nada somos.
En el gráfico: esquema de planetas «fisicos» del «sistema Solar» según «el Maestro D.K.» http://www.libros-azules.org/tsfc/cap016.htm#e315
5. La Consagración de la Elección
111:5.1 (1221.2) Hacer la voluntad de Dios es ni más ni menos que una exhibición de la disposición de la criatura a compartir la vida interior con Dios —con el mismo Dios que ha hecho posible esa vida de valor y significado interior para la criatura. Compartir es semejante a Dios —es divino. Dios comparte todo con el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito, y ellos a su vez comparten todas las cosas con los Hijos divinos y las Hijas espíritu de los universos.
111:5.2 (1221.3) La imitación de Dios es la clave para la perfección; hacer su voluntad es el secreto de la sobrevivencia y de la perfección en la supervivencia.
111:5.3 (1221.4) Los mortales viven en Dios, y así Dios ha querido vivir en los mortales. Así como los hombres se confían en él, del mismo modo él, y en primer término, ha confiado una porción de sí mismo para que esté con los hombres; ha consentido en vivir en los hombres y residir en los hombres sujeto a la voluntad humana.
111:5.4 (1221.5) La paz en esta vida, la supervivencia en la muerte, la perfección en la vida próxima, el servicio en la eternidad —todos éstos se logran (en el espíritu) ahora cuando la personalidad de la criatura consiente —elige— someter la voluntad de la criatura a la voluntad del Padre. Y el Padre ya ha elegido hacer que un fragmento de sí mismo esté sujeto a la voluntad de la personalidad de la criatura.
111:5.5 (1221.6) Esta elección de la criatura no es un rendimiento de la voluntad. Es una consagración de la voluntad, una expansión de la voluntad, una glorificación de la voluntad, un perfeccionamiento de la voluntad; tal elección eleva la voluntad de la criatura del nivel de significado temporal a ese estado tanto más elevado en el que la personalidad del hijo criatura comulga con la personalidad del Padre espíritu.