Interés en apertura, y mantenimiento del contacto con Entes Suprafísicos.

14   Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

1 En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que seáis ignorantes. 2 Sabéis que cuando erais paganos, de una manera u otra erais arrastrados hacia los ídolos mundanos:   LIDERES   fenoménicos aparentes generados, organizaciones, imposicion  de   EGREGORAS  mentales de todo tipo,  inventos psi-ops etc.

DIRECTO NOCTURNO DE LA QUINTA COLUMNA – PROGRAMA 312

flor cala

Por lo tanto, podemos comprender que las entidades espirituales, son jerarquías multidimensionales, como así mismo EL CRISTO, siempre presente también en nuestra manifestación, ya sea directamente ó através de otros miembros de Su cuerpo, fundamentalmente la IGLESIA PURGANTE ES el primer contacto que necesitamos, y si nos encontramos preparados, con LA IGLESIA MILITANTE, cuestión delicada poco habitual. El contacto con la Iglesia Triunfante, sólo es posible si empezamos por el principio. Consideramos que «el regreso Crístico» es la activación planetaria de los Tres Aspectos de Su Iglesia. Esperamos que nadie se confunda con las diferentes organizaciones mundiales, pues para todas ellas les resulta imprescindible el contacto previo citado.

ÉSTA  COMPRENSION  DE  LA MULTIDIMENSIONALIDAD,  EN  EL  UNIVERSO,  LA  CONSIDERAMOS  FUNDAMENTAL para   que  podamos  asimilar  el  sentido  de  TODOS LOS  FENOMÉNOMENOS  que  se  desarrolla  en  éste  mundo,  y  hallar  el  HILO  DE  ARIADNA,  que  puede  llevarnos  hasta  la  VERDAD:  Conciencia  es  forma,  forma  es  conciencia,  lo cual   nos permite  conocer  al  no-Yo, y sus  manifestaciones,  es  decir    A  NUESTROS  PROPIOS  CINCO  SENTIDOS.

4. Los Centros y los Sentidos Normales y Supranormales.

Antes de entrar a considerar los centros y su relación con los sentidos, Será necesario indicar ciertos hechos interesantes respecto a tales sentidos,  y preparar el terreno para una mayor información.
¿Qué son los sentidos? ¿Cuántos hay? ¿Cuál es su relación con el Hombre inmanente, el Pensador, el Divino Manasaputra? Éstos son interrogantes de vital importancia, y por su inteligente comprensión se obtiene la capacidad de seguir sabiamente el sendero del conocimiento.

Los sentidos pueden ser definidos como los órganos por medio de los cuales el hombre se da cuenta de cuanto lo rodea. Quizás no debiéramos llamarlos órganos (porque todo órgano es una forma material que existe para un propósito) sino medios de los que el Pensador se vale para ponerse en contacto con su ambiente. Medios de que se vale para investigar, por ejemplo, el plano de la materia densa; medios para adquirir experiencia, con los cuales descubre lo que necesita saber, y percibe y expande su conciencia. Consideramos los cinco sentidos tal como los emplea el ser humano. Estos sentidos existen también en el animal; pero debido a que carece de la facultad pensante correlacionadora, y la “relación entre” el yo y el no-yo está poco desarrollada, no nos ocuparemos de ellos. Los sentidos del reino animal constituyen una facultad grupal que se manifiesta como instinto racial. Los sentidos del hombre son su acervo individual y se manifiestan como:

  • realización individual de su propia conciencia,
  • capacidad para afirmar ese individualismo,
  • medio valioso para la evolución de su propia conciencia,
  • fuente de conocimiento, y
  • facultad transmutadora cuando finaliza la vida en los tres mundos.
  • Enumerados por orden de desarrollo, como ya sabemos, los sentidos son cinco:

    Oído.
    Tacto.
    Vista.
    Gusto.
    Olfato.

    Cada uno de estos cinco sentidos se relaciona definidamente con uno de los planos, teniendo además su analogía en todos los planos.

    En los dos planos inferiores de los tres mundos, el astral y el físico, los cinco subplanos del esfuerzo humano constituyen los cinco superiores. Los dos subplanos inferiores, el sexto y el séptimo, se dice que están “debajo del umbral”, y conciernen a las formas de vida inferiores a la humana. Tenemos una analogía que corrobora el hecho de que las dos primeras razas raíces de esta ronda no son definidamente humanas; la tercera raza raíz, es en realidad la primera que se puede considerar humana. Por lo tanto, contando de abajo arriba, únicamente el tercer subplano de los planos físico y astral marca el comienzo del esfuerzo humano, quedando por someter cinco subplanos. En el plano mental, los cinco subplanos inferiores han de ser subyugados durante la evolución estrictamente humana. Cuando la conciencia se halla centrada en el quinto subplano (contando de abajo arriba), los planos de abstracción (desde el punto de vista del hombre en los tres mundos) suceden a los dos subplanos de síntesis, demostrándose a través de la síntesis de los cinco sentidos. En la evolución del Hombre celestial tenemos exactamente lo mismo: los cinco planos de esfuerzo, los cinco planos inferiores del sistema solar y los dos planos superiores de abstracción, el espiritual o monádico y el divino o logoico.

    El plano mental es similar a una gran corriente de conciencia o sustancia consciente, y debe ser construido el antakarana para poder cruzarla. Este es el concepto que subyace detrás de esta enseñanza y del simbolismo del sendero. Antes de que un hombre pueda hollar el sendero debe convertirse en el Sendero mismo. Con la sustancia de su propia vida debe construir este «arco iris» o Camino Iluminado. Lo teje y ancla, así como la araña teje el hilo por el cual se desplaza. Cada uno de sus tres aspectos divinos contribuye a la construcción de ese puente, y el momento de construirlo es indicado cuando su naturaleza inferior:

    1. Se ha orientado, regulado y también es creadora.

    2. Reconoce y reacciona al contacto y control del alma.

    3. Es sensible a las primeras impresiones de la mónada. Esta sensibilidad se evidencia cuando existe:

    a. Sumisión a la «voluntad de Dios», o del gran Todo.

    b. Desarrollo de la voluntad espiritual interna, trascendiendo todos los obstáculos.

    c. Colaboración con el propósito de la Jerarquía -la interpretadora voluntad de Dios, expresada en amor.

    Dr. Vernon Coleman: Por qué ellos necesitan la III Guerra Mundial. El hecho es que los conspiradores detrás del fraude covid y el fraude del calentamiento global y el Gran Reinicio necesitan una guerra para mantener el miedo, y ya la tienen. Los ministros están hablando de una guerra que durará años, una guerra permanente, una guerra sacada directamente de 1984 de Orwell. Han creado la guerra que necesitan y ya está ocurriendo: una guerra para matar a miles de millones a través del hambre y la pobreza; una guerra para destruir economías; una guerra para crear un cumplimiento permanente.

    HAN TARDADO UNAS TRES HORAS, EN RETIRAR EL VIDEO del Coronel Carlos Vara de Rey. DE YOU TUBE. PUEDEN VERLO EN EL SIGUIENTE ENLACE: Coronel del Ejército del Aire Carlos Vara de Rey nos da las claves de esta Plandemia

    Cuando la personalidad comienza a trasmutar el conocimiento en sabiduría, el foco de la vida de la personalidad se traslada al plano mental, pues la transmutación (con sus etapas de comprensión, análisis, reconocimiento y aplicación) es fundamentalmente un proceso mental. La personalidad comienza también a comprender el significado del amor y a interpretarlo en términos del bienestar del grupo y no en términos del yo personal, deseo, ni tampoco aspiración. El amor verdadero es comprendido correctamente sólo por el individuo de tipo mental, espiritualmente orientado. La personalidad está llegando también a comprender que en realidad no hay tal cosa como sacrificio. El sacrificio es, comúnmente, el deseo frustrado de la naturaleza inferior, voluntariamente soportado por el aspirante, pero -en esta fase- constituye una mala interpretación y limitación. Sacrificio es, en realidad, completa sumisión a la voluntad de Dios, pues la voluntad espiritual del hombre y la voluntad divina (tal como él la reconoce en el Plan) son su propia voluntad. Hay una creciente identificación con el propósito. Por lo tanto, la propia voluntad, el deseo y esas actividades inteligentes que tienen doble móvil, son vistos y reconocidos como meras expresiones inferiores de los tres aspectos divinos, y el esfuerzo consiste en expresar en términos del alma y no, como hasta ahora, en términos de la personalidad consagrada y rectamente orientada. Ello sólo es posible en su verdadero sentido cuando el foco de la vida se sitúa en el vehículo mental y cuando la cabeza y el corazón entran en actividad. En este proceso las etapas de la formación del carácter son consideradas esenciales y efectivas y emprendidas consciente y voluntariamente. Pero -cuando las bases del buen carácter y la actividad inteligente están firmemente establecidas- algo todavía más elevado y sutil debe ser erigido sobre la subestructura.

    Estabilización y Resurrección. El puente está construido. Al principio sus hilos pueden ser finos y tenues, pero el tiempo y la comprensión aplicada tejerán el puente lentamente hilo tras hilo hasta quedar concluido, estable, sólido y apto para ser utilizado. Forzosamente debe ser empleado, pues no hay otro medio de intercomunicación entre el iniciado y el Uno que ahora sabe que es él mismo. Asciende plenamente consciente a la esfera de la vida monádica; ha resucitado de la caverna oscura de la vida personal a la brillante luz de la divinidad; no sólo es parte de la humanidad y Miembro de la Jerarquía, pertenece al gran grupo de Aquellos que poseen una voluntad conscientemente divina y son Custodios del Plan Liberador.

    HIPNOSIS COLECTIVA . Por Coronel Carlos Vara de Rey

    8 comentarios

    Archivado bajo Herederos del Tiempo, Metanoia, Piedra Angular

    8 Respuestas a “Interés en apertura, y mantenimiento del contacto con Entes Suprafísicos.

    1. Al entrar a considerar «la vida dual del proceso iniciático», quisiera llamar la atención sobre las palabras empleadas y particularmente acerca de su significado en relación con el proceso iniciático. Como veremos, no se refiere al esfuerzo del discípulo por vivir simultáneamente la vida del mundo espiritual y la vida práctica de servicio en el plano físico, sino exclusivamente a la preparación del discípulo para la iniciación y, por lo tanto, a su vida y actitud mental.

      Podría considerarse que esta afirmación concierne principalmente a dos aspectos principales de su vida mental y no a la vida de relación entre alma y personalidad. En consecuencia es conveniente ver paralelamente la dualidad existente en la conciencia del discípulo y sus dos aspectos:

      1. La vida de percepción en la cual expresa la actitud del alma, la percepción y la conciencia del alma por intermedio de la personalidad en el plano físico. Aprende a registrarlo y expresarlo conscientemente.

      2. La vida definidamente privada y puramente subjetiva en la que él -la personalidad fusionada con el alma-, orientado en el plano mental, pone en creciente relación a:

      a. La mente concreta inferior y la mente abstracta superior.

      b. Él y el Maestro de su grupo de rayo, desarrollando así la conciencia ashrámica.

      c. Él y la Jerarquía como un todo, llegando a ser acrecentadamente consciente de la síntesis espiritual que subyace en la unidad de los ashramas. De esta manera, se acerca [e365] consciente y firmemente al Centro radiante de este Ashrama solar, el Cristo Mismo, el primer Iniciador.

    2. Esta vida interna, con sus tres objetivos lentamente revelados, concierne esencialmente a la vida de preparación para la iniciación.

      No hay iniciación para el discípulo hasta no haber comenzado a construir conscientemente el antakarana, poniendo en estrecha relación la Tríada espiritual y la mente, con el aspecto superior en el plano físico, demostrando nuevamente de este modo un claro alineamiento y un canal directo que va desde la Tríada espiritual al cerebro, por conducto del antakarana, el cual ha vinculado la mente superior con la inferior.

      Ello implica excesivo trabajo, gran capacidad interpretativa y mucho poder de visualización. Selecciono mis palabras cuidadosamente. Esta visualización no tiene necesariamente que ver con la forma ni con las presentaciones mentales concretas; concierne a la sensibilidad pictórica y simbólica que expresa e interpreta la comprensión espiritual, impartida por la intuición incipiente -el agente de la Tríada espiritual. El significado de esto se va esclareciendo a medida que prosigue el trabajo. Es difícil, para quien comienza a construir el antakarana, captar el significado de la visualización cuando se la considera que está relacionada con una creciente respuesta a lo que le imparte el grupo ashrámico, a su visión emergente del Plan divino, tal como existe en realidad, y a aquello que se le ha confiado como efecto o resultado de cada sucesiva iniciación. Prefiero la palabra «efecto» a la palabra «resultado», porque acrecentadamente el iniciado trabaja conscientemente con la Ley de Causa y Efecto, en planos que no son el físico. Empleamos la palabra «resultado» para expresar las consecuencias de esa gran Ley cósmica cuando se manifiestan en los tres mundos de la evolución humana.

      En conexión con este esfuerzo descubre el valor, empleo y propósito de la imaginación creadora, la cual es todo lo que eventualmente le queda de la vida astral activa e intensamente poderosa que ha vivido durante muchas vidas; a medida que prosigue la evolución, su cuerpo astral se convierte en un mecanismo de transformación; el deseo es trasformado en aspiración, y la aspiración [i443] en una creciente y expresiva facultad intuitiva. La realidad de este proceso se demuestra en el surgimiento de esa cualidad básica que ha estado siempre inherente en el deseo mismo: la cualidad imaginativa del alma, complementando el deseo y convirtiéndose constantemente, a medida que el deseo se traslada a estados cada vez más elevados, en una facultad creadora superior que conduce a conocimientos siempre más elevados. Eventualmente esta facultad invoca las energías de la mente, y la mente, más la imaginación, [e366] se trasforma con el tiempo en un gran agente invocador y creador. De esta manera la Tríada espiritual es puesta en relación con la triple personalidad.

      En escritos anteriores he dicho que, básicamente, el plano astral no existe como parte del Plan divino; es fundamentalmente producto del espejismo, de kama-manas -espejismo que la misma humanidad ha creado y en el cual total y prácticamente ha vivido enteramente desde los primeros días atlantes. El efecto de un creciente contacto con el alma no ha sido simplemente disipar las nieblas del espejismo, sino que ha servido para consolidar y emplear por lo tanto efectivamente la imaginación con su poderosa y abrumadora facultad creadora. Esta energía creadora, complementada por una mente iluminada (con su capacidad de crear formas mentales), es entonces manejada por el discípulo, a fin de establecer contactos más elevados que los del alma, y convertir en un símbolo aquello de lo cual es consciente por medio de una línea de energía -el antakarana-, que va construyendo firme y científicamente.

      Podría decirse (igualmente en forma simbólica) que cada iniciación pone a prueba el puente vinculador y descubre gradualmente la solidez de aquello que ha sido creado bajo la inspiración de la Tríada espiritual y con la ayuda de los tres aspectos de su mente (la mente abstracta, el alma o el Hijo de la Mente y la mente concreta inferior), combinados con la colaboración inteligente de su personalidad fusionada con el alma. En las primeras etapas de su trabajo invocador, el instrumento que emplea es la imaginación creadora, lo cual le permite desde el comienzo, actuar como si fuera capaz de crear así; después, cuando la conciencia imaginativa de como si, ya no le es [i444] útil, se hace conscientemente conocedor de aquello que él -con esperanza y expectativa espiritual- trató de crear; descubre que es una realidad existente y sabe, más allá de toda controversia, que «fe es la sustancia de las cosas esperadas, la evidencia de cosas no vistas.»

    3. La Construcción del antakarana

      Aquí no nos ocuparemos de la enseñanza preliminar de la ciencia del antakarana, pues el estudiante la encontrará en el libro titulado Educación en la Nueva Era. Esa preliminar presentación debe ser estudiada antes de emprender la etapa más avanzada que comienza aquí. Por lo tanto, consideraremos paso a paso esta ciencia que está demostrando ser fuente útil para la experimentación y la prueba.

      El alma humana (en contraposición con al alma, cuando actúa en su propio reino, libre de las limitaciones de la vida humana) [e367] está aprisionada y sujeta al control de las tres energías inferiores, durante la mayor parte de su experiencia. Luego, en el sendero de probación, la energía dual del alma empieza a acrecentar su actividad, y el hombre trata de emplear su mente en forma consciente y expresar amor-sabiduría en el plano físico. Éste es un simple enunciado de la meta a alcanzar por todo aspirante. Cuando las cinco energías empiezan a emplearse consciente y sabiamente en el servicio, se establece un ritmo entre la personalidad y el alma. Es como si se estableciera un campo magnético, y ambas unidades o energías agrupadas, vibrantes y magnéticas, se lanzan cada una al campo de influencia de la otra. Esto sucede sólo ocasionalmente, aunque raras veces en las primeras etapas; luego acontece más frecuentemente, estableciéndose así un sendero de contacto que, en su oportunidad, se convierte en la línea de menor resistencia, «el camino de acercamiento familiar», como a veces ha sido denominado. De esta manera se construye el primer tramo del «puente» o antakarana. Cuando se ha recibido la tercera iniciación, el Camino se completa, y el iniciado puede «pasar a voluntad a mundos más elevados, dejando los mundos inferiores muy atrás, retornar y penetrar en el camino que conduce de la oscuridad a la luz, de la luz a la oscuridad, y de los mundos inferiores a los reinos de la luz».

      De esta manera ambos se convierten en uno, completándose la primera gran unión en el sendero de retorno. Una segunda etapa del Camino debe por lo tanto ser hollada, la cual conducirá a una segunda unión de mayor importancia, pues conduce a liberarse totalmente de los tres mundos. No debe olvidarse que el alma, a su vez, es la unión de tres energías, de las cuales las tres energías inferiores son su reflejo. Constituye una síntesis de la energía de la Vida misma (demostrada como el principio vida en el mundo de las formas), de la energía de la intuición, amor-sabiduría o comprensión espiritual (que se demuestra como sensibilidad y sensación en el cuerpo astral), y de la mente espiritual, cuyo reflejo en la naturaleza inferior es la mente o el principio inteligencia en el mundo de la forma. En estos tres tenemos atma-budi-manas de la literatura teosófica -esa triplicidad superior reflejada en los tres inferiores y enfocada, por intermedio del cuerpo del alma, en los niveles superiores del plano mental, antes de precipitarse a la encarnación, según la denominación esotérica.

    4. … optimismo a ultranza … 🙂

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