El «sistema» mundial, la sociedad y los ENTES que lo mantienen y vigilan. ¿Nos protegen ó tienen otros intereses ?

1   Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe,   prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, 2   mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia.

4  Porque todo lo creado por Dios es bueno y nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias;   5   porque es santificado mediante la palabra de Dios y la oración.

16   Ten cuidado de ti mismo  y de la enseñanza;   persevera en estas cosas,   porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan.

DIRECTO NOCTURNO DE LA QUINTA COLUMNA – PROGRAMA 395

31   Ahora es el juicio de este mundo;   ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. 32    Y yo, - el Yo verídico del AHORA - pues Cristo es ETERNO - si fuere levantado ELEVADO, del suprafísico astral, que ES de la tierra, de la materia: a todos traeré a mí mismo: nuestro Si mismo.

BERSERKER:

Cuando en un individuo hay una supresión de la esfera de conciencia, es el instinto el que lo domina, ese instinto es «el diablillo en el hombro» que da malas ideas, que incita a ir hacia los ciclos dramáticos a veces muy intensos y luego de haber hecho barbaridades, algunas personas lo expresan así: «el diablo me obligó a hacerlo», esas personas no tienen el suficiente grado de conciencia como para dominar a ese diablito. El no tener ese grado de conciencia es no tener suficiente sangre pura, pues la conciencia surge gracias al encadenamiento del espíritu en el alma, por lo tanto es el yo del espíritu el que hace la conciencia y así regula a la psique en su dualidad raciocinio y sentimiento, por eso es que para que una persona que actúa por instinto y hace cosas indebidas pueda controlarse, debe «tomar conciencia» debe ser conciente de sus actos para no cometer errores, debe aludir a su lado conciente, su lado ético, ese lado dado por el espíritu y cuando así lo hace su actuar es noble, porque la verdadera nobleza está en la sangre pura. Aquel que actúa de esa manera es un «señor del perro», domini-canis, ese que puede suprimir el instinto con su propia sangre, haciendo fuerte su conciencia (autorreferente), lo que para el despierto es su modo de conducirse, el dominio de todo cuanto la psique es, es decir, el señor de sí mismo.

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