A continuación voy a dejar en el blog., unas frases, tal y como fueron escritas, por un presunto Miembro Rector, en la Logia Blanca Planetaria.
Me abstendré de facilitar el enlace de su procedencia, y repito lo evidente: las citas y los MODOS de expresión, son circunstanciales y más ó menos perfectos. Nunca son dogmas.
Llegamos ahora a un breve estudio del tercer aspecto de la ilusión, al cual denominamos MAYA y damos la técnica para vencerlo. Después trataremos la Técnica de la Indiferencia, concerniente a la distribución de la fuerza del alma en el plano físico, por intermedio del plano etérico que conduce a la inspiración, y se relaciona con la ciencia de la Respiración.
¿Qué es Maya? Resulta difícil definirlo, porque se relaciona con la actividad que despliega el Logos planetario en la construcción de las formas. Sin embargo, podría ser de alguna utilidad considerar la analogía que existe entre el microcosmos y el Macrocosmos.
El alma crea una triple expresión en los tres mundos del vivir humano. Ésta es una verdad esotérica. Ciertas energías y fuerzas que emanan de esos niveles en que el alma -correcta o erróneamente- emprende una reacción identificadora, han producido, creado, motivado, energetizado y condicionado la forma externa, el cuerpo físico dual (denso y vital o etérico). Analicen esta frase. Dichas fuerzas y energías hacen del hombre lo que es; le imparten su temperamento, profesión y cualidad en el plano físico; lo hacen negativo o positivo a diversos tipos de energía; le dan su carácter, haciéndolo como aparenta ser para los demás; producen su matiz, su personalidad y sus facultades, y el hombre medio se identifica con todo esto y cree que él es la forma, mediante la cual trata de [e185] expresar sus deseos e ideas. Esta total identificación con la transitoria creación y con la apariencia externa es maya. Se ha de recordar que el maya individual es una fracción del mundo de energías y de fuerzas que constituyen la expresión de vida del Logos planetario, condicionan nuestra vida planetaria externa y hacen a nuestro planeta lo que aparenta ser para los demás planetas.
La diferencia entre el hombre o microcosmos y el Logos planetario, el Señor del Mundo o Macrocosmos, reside, en que el Señor del Mundo no está identificado con el maya creado por Él; su propósito es liberar oportunamente a los «prisioneros del planeta». Él es supremamente indiferente a ese Maya, y esta divina indiferencia ha conducido a la gran ilusión teológica de una Deidad antropomórfica y a la creencia, en Oriente, que nuestro planeta es intrascendente o el juguete de los Dioses.
Tal indiferencia cósmica ha producido el espejismo humano, respecto a la «inescrutable voluntad de Dios» y a la afirmación de que Dios se halla lejos y no es inmanente en cada criatura ni en cada átomo de los cuales están hechas las criaturas. Éstos son algunos aspectos de los espejismos y las ilusiones, que deben ser dispersados y disipados y, en este proceso, se descubrirá que la forma sólo es maya y puede ser descartada, que las fuerzas pueden ser organizadas y dirigidas por la energía, y que el mundo del pensamiento, el campo de la conciencia sensoria y el campo activo de las energías es algo separado del Pensador, de Aquel que siente y del Actor y actuante en las distintas partes que el Alma desempeña.
Esta divina indiferencia es responsable de que, al tratar de describir al «Ser Puro» o Dios, y en el esfuerzo por llegar a comprender la naturaleza de la divinidad, se haya desarrollado la fórmula de la negación. Dios no es eso; Dios no es aquello; Dios no es nada; Dios no es ni tiempo ni espacio; Dios no es sensación o pensamiento; Dios no es forma ni sustancia. Dios simplemente Es. Dios Es ‑separado de toda expresión o manifestación, como Manipulador de energía‑ el Creador de los mundos tangible e intangible, el compenetrador de toda vida o el Morador en todas las formas. Dios es AQUÉL que puede retraerse y, al hacerlo, dispersa, disipa y desvitaliza todo lo creado ‑empleando dichas palabras en todo su significado.
Por lo tanto, será evidente que en las tres actividades de esa Realidad, que no se identifica con la apariencia, la voluntad de Dios, el aspecto Destructor de la Deidad, está beneficiosamente presente.
El acto de abstraerse produce la disolución del mundo ilusorio del pensamiento; el retraimiento de la divina atención disipa al universo sensorio y pone fin al espejismo; la cesación de la dirección divina lleva la muerte al mundo físico. Todas estas actividades ponen en evidencia la voluntad o el primer aspecto, la voluntad al bien, que puede funcionar y funcionará perfectamente sólo cuando la buena voluntad sea plena y finalmente desarrollada en la Tierra por medio de la humanidad.
La voluntad y el aliento son esotéricamente términos sinónimos. En esta afirmación tienen la clave para la eliminación de maya.
Las palabras que anteceden son preliminares al estudio que haremos sobre la Técnica de la Indiferencia.
¿Qué significa esta técnica? ¿Qué es indiferencia? Me pregunto si comprenden el significado de la palabra «indiferencia».
En realidad significa adoptar una actitud neutral hacia aquello que se considera el no yo; indica el reconocimiento de una diferenciación básica; significa la negativa a identificarse con lo que no sea una realidad espiritual, hasta donde se percibe y conoce, en un punto dado en tiempo y espacio. Por lo tanto, es algo mucho más fuerte y vital que lo que comúnmente significa esta palabra. Constituye un rechazo activo, sin concentrarse en aquello que es rechazado. Ésta es una afirmación importante y merece una cuidadosa consideración. Concierne al punto de tensión desde el cual trabaja el discípulo o aspirante observador.
ATENCION; están diciendo que se vuelve a repetir ésto, en los próximos dias:
La semana de Carnavales 2023 estará marcada por una intensa calima, así como lluvia con barro que podría convertirse en protagonista inesperado en algunos puntos de España. Así, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), desde hoy y durante los siguientes días una borrasca se adueñará del suroeste del territorio nacional y marcará el devenir de las fiestas.
En esta última parte nos ocuparemos del control que, constante e incesantemente, ejerce el alma sobre la personalidad. Por lo tanto trataremos de esa etapa de la iniciación que pone fin al sendero de desarrollo de la humanidad, iniciando un ciclo de existencia del cual nada sabemos ni podemos saber, excepto que el Maestro liberado comienza a actuar en forma dual: como miembro de la Jerarquía, que colabora con el Plan y se ocupa de la salvación de la humanidad y luego como discípulo de Sanat Kumara. La tarea de Sanat Kumara, respecto a los Maestros, consiste en prepararlos para hollar el Camino de la Evolución superior. Cuando llega a ser posible, entonces la «atención» (empleo esta palabra inadecuada a falta de otra mejor) se traslada espiritualmente del alma y del Ángel de la Presencia, a la misteriosa Presencia misma; hasta ahora esto sólo ha sido presentido y confusamente visualizado. El Maestro -liberado de los tres y de los cinco mundos de la evolución humana y de la así denominada evolución superhumana- posee los dones de la omnipresencia y de la omniciencia. Es consciente de la unidad subyacente, realizada por la naturaleza real de la Vida Una y del Ser que compenetra toda la manifestación; ha dominado también todas las técnicas, modos y métodos de actividad posibles, de control y de fusión. Pero, habiendo desarrollado esas capacidades, comienza a darse cuenta débilmente de lo que condiciona al Ser Uno, sintiendo energías y contactos que son extraplanetarios y de los cuales ha sido totalmente inconsciente. El conocimiento le llega después de la quinta iniciación.
Tiene ante sí la obtención de una serie de percepciones más elevadas y, a fin de recoger la recompensa de esos posibles contactos, ha de dominar técnicas y métodos de desarrollo que lo harán omnipotente y, por lo tanto, expresará el más elevado de los tres aspectos divinos. Este desarrollo pondrá a su alcance poderes y experiencias que sólo pueden ser manipulados y comprendidos por la actividad científica de la VOLUNTAD, y ello debe ser desarrollado desde un punto de tensión, enfocado en la «Mónada», en lo que pueda significar esta palabra. ¿Saben lo que esto significa? Estoy seguro que no. Únicamente los Maestros de Sabiduría tienen alguna comprensión de los desarrollos finales y sólo en el sentido de una aspiración plenamente volitiva -un aspecto de la aspiración, caracterizado por la voluntad consciente, así como la aspiración del discípulo está caracterizada por el deseo sublimado. Sin embargo esto se halla más allá de la comprensión del discípulo común; su único valor consiste en describir la infinita oportunidad que se presenta en cada etapa y punto de crisis en el interminable Camino.
Ahora nos ocuparemos del gran punto de crisis, con el cual se enfrenta el discípulo, cuando trata de resolver el último par de opuestos, previamente a ciertas iniciaciones mayores; significa enfrentar la personalidad con el Ángel de la PRESENCIA. No es necesario que defina los dos aspectos de la naturaleza del discípulo, porque esencialmente es eso. Ya se ha dicho, y también lo saben, que el Morador en el Umbral es la personalidad totalmente desarrollada -la suma total de todo el pasado y la conjunta presentación de todos los problemas no resueltos en el plano físico, todos los deseos reprimidos, todas las características y cualidades latentes, todos los aspectos del pensamiento y de la propia voluntad, todos los poderes inferiores y antiguos hábitos (tanto malos como buenos), de cualquiera de los tres cuerpos. Éstos son traídos en su totalidad a la superficie de la conciencia para que sean tratados allí de tal modo, que rompan el control que ejercen. Entonces el discípulo se libera para recibir las iniciaciones finales. Este proceso no es consumado en un determinado enfrentamiento de las dos fuerzas antagónicas, sino como un triple proceso que abarca cada uno de los períodos que preceden a las tres primeras iniciaciones o (desde el ángulo de la Jerarquía) antes de las dos iniciaciones en el umbral y de la primera iniciación mayor, la Transfiguración.
Durante muchas vidas el discípulo ha morado en el umbral, siendo él mismo el Morador. Detrás del portal que se abre lentamente percibe la vida, la corporificación espiritual y la realidad del Ángel. Entre él y esa puerta hay una tierra ardiente, enfrenta a ésta, y sabe que ha de cruzarla si quiere pasar por la puerta. Allí sabrá si su voluntad será suficientemente fuerte para someter su yo personal a los fuegos de la purificación final. El yo personal está ya muy desarrollado; es un instrumento útil que el alma puede emplear, un agente bien entrenado para prestar servicio, siendo esencialmente un equipo adecuado y útil. Sin embargo, tiene sus debilidades, que en cualquier momento pueden convertirse en puntos de crisis; también tiene sus puntos débiles que pueden ser trasmutados con relativa facilidad en puntos de tensión, y es totalmente un instrumento con el cual se puede contar y prestar un buen servicio. ¿Puede y debe ser él sacrificado para que, hablando esotéricamente, su vida se pierda y se lo reemplace por la consagración y la devoción? A todos los discípulos les resulta difícil resolver, comprender y llevar a la práctica este problema. Únicamente atravesando la tierra ardiente tres veces consecutivas, se destruyen todos los obstáculos que impiden el empleo libre de la voluntad. La relación existente entre el Angel y el Morador debe ser llevada a una plena expresión por medio de la voluntad. Me refiero a la voluntad espiritual y a sus tres aspectos, que deben ser puestos en actividad antes de que la voluntad divina comience a ejercer control. El discípulo une los dos aspectos de su naturaleza con plena conciencia y con clara intención por medio de un acto volitivo planeado; dicho acto produce un punto de tensión en el «centro de la tierra ardiente, en el cual ambos pueden unirse», tal como lo establecen los antiguos Archivos.
Quisiera llamarles la atención sobre el hecho de que es en un «punto medio» donde tiene lugar el gran sometimiento de lo inferior a lo superior. Esto no ocurre cuando el discípulo vacila incierto en la periferia de la tierra ardiente o cuando se encuentra ante el portal, después de haber pasado por la experiencia de la tierra ardiente. El punto esencial de crisis que produce el punto de tensión necesario es el resultado de la «decisión invocadora» de la personalidad que, a su debido tiempo, produce una «respuesta evocadora» del Ángel. Los dos factores implicados (y no olviden que todo esto tiene lugar dentro del campo de la conciencia del discípulo) van juntos y uno hacia el otro. En el centro de la tierra ardiente se encuentran y, entonces, la luz menor (una verdadera luz por propio derecho) de la personalidad es absorbida en la luz mayor del Ángel o Alma. El Angel «extingue esotéricamente» al Morador que se pierde de vista en la radiante aura del Angel. Esto ha sido simbólica y pictóricamente representado en las imágenes de los cielos, cuando, de acuerdo a los Festivales Católicos, tiene lugar la Asunción de la Virgen y la constelación de Virgo se pierde de vista en la radiación del sol. Allí se hallan los tres factores:
1. La Virgen ….. forma material ………….. personalidad …… Morador
2. El Sol …………naturaleza espiritual ….. alma ………………. Ángel
3. La Tierra …… el hombre que aspira …. el discípulo
La personalidad permanece; sigue existiendo, pero ya no es la de antes. La luz del Ángel la envuelve; la tierra ardiente ha hecho su trabajo, y la personalidad no es ni más ni menos que el cascarón o forma purificada, por medio de la cual puede brillar la luz y la irradiación, la cualidad y las características del Ángel. Es una fusión de luces, la más fuerte y poderosa extingue a la menor.
¿Cómo se ha realizado esto? No me refiero aquí a la preparación del Morador en el Umbral para este gran acontecimiento ni a los eones de disciplina, preparación, experimento y experiencia, vida tras vida, que han hecho que esta consumación sea posible y exitosa. Los dos aspectos del hombre sólo pueden enfrentarse con pleno poder, intención y finalidad, cuando la ilusión ya no controla a la mente, el espejismo ha perdido todo poder de confundir y las fuerzas de maya no pueden obstaculizar. La discriminación, el desapasionamiento y la indiferencia, han producido la dispersión por medio de la luz enfocada, la potencia disipadora de la luz distribuida y el poder rector de la energía de la luz. Sólo cinco reconocimientos controlan ahora al discípulo:
1. La realidad de su discipulado.
2. La percepción del Ángel, expectante y dinámico.
3. El llamado invocador del Morador en el Umbral.
4. La necesidad de emplear la voluntad en forma nueva y diferente.
Que el Ángel de la PRESENCIA pueda hacer sentir su proximidad y los inspire para que atraviesen valientemente los fuegos de la tierra ardiente, es mi más ferviente plegaria; que la realidad de la PRESENCIA pueda ser sentida por ustedes y los conduzca a una mayor actividad -una vez que hayan cruzado la tierra ardiente-, – plagada de radiaciones, – es mi más profundo deseo; y que la luz ilumine su camino y traiga una segura y verdadera consumación de todos los afanes y luchas que han caracterizado la manera de vivir, es mi cordial Saludo.
EN RECUERDO DE LAS CIVILIZACIONES PASADAS, QUE FUERON PERFECTAS Y QUE AHORA ESTÁN LIBERADAS, con la colaboracion de los seres y pobladores en diferentes niveles:
HIPERBOREA, LEMURIA, etc., y sus Maestros Siddhas Realizados, Logos, que SUPIERON «Situarlas» en LA LIBERACION Real del Espiritu mediante la Verdad. LA CUAL SIEMPRE EXISTE Y PERMANECE.
......
El Reino de los cielos no se parece a nada.
Solo tú puedes crearlo y mantenerlo.
Dios en ti será siempre único e irrepetible.
La manera de manifestarlo será siempre original.
……………………..
El Reino nunca será el fruto de una programación.
No surgirá por muchas doctrinas que atesores.
No lo encontrarás en los ritos litúrgicos.
Tampoco será producto del cumplimiento de unas normas.
……………………
Surgirá de una intuición de lo que en realidad eres,
manifestada en tus relaciones con los demás;
cuando dejes de considerarte como un yo aislado
y descubras que eres uno con toda la Realidad.
( Escrito atribuido a Fray Marcos )
testimonios de personas:
Hola, buen dia; saludos a todo lector;
A continuación voy a dejar en el blog., unas frases, tal y como fueron escritas, por un presunto Miembro Rector, en la Logia Blanca Planetaria.
Me abstendré de facilitar el enlace de su procedencia, y repito lo evidente: las citas y los MODOS de expresión, son circunstanciales y más ó menos perfectos. Nunca son dogmas.
3. LA TÉCNICA DE LA INDIFERENCIA
Llegamos ahora a un breve estudio del tercer aspecto de la ilusión, al cual denominamos MAYA y damos la técnica para vencerlo. Después trataremos la Técnica de la Indiferencia, concerniente a la distribución de la fuerza del alma en el plano físico, por intermedio del plano etérico que conduce a la inspiración, y se relaciona con la ciencia de la Respiración.
¿Qué es Maya? Resulta difícil definirlo, porque se relaciona con la actividad que despliega el Logos planetario en la construcción de las formas. Sin embargo, podría ser de alguna utilidad considerar la analogía que existe entre el microcosmos y el Macrocosmos.
El alma crea una triple expresión en los tres mundos del vivir humano. Ésta es una verdad esotérica. Ciertas energías y fuerzas que emanan de esos niveles en que el alma -correcta o erróneamente- emprende una reacción identificadora, han producido, creado, motivado, energetizado y condicionado la forma externa, el cuerpo físico dual (denso y vital o etérico). Analicen esta frase. Dichas fuerzas y energías hacen del hombre lo que es; le imparten su temperamento, profesión y cualidad en el plano físico; lo hacen negativo o positivo a diversos tipos de energía; le dan su carácter, haciéndolo como aparenta ser para los demás; producen su matiz, su personalidad y sus facultades, y el hombre medio se identifica con todo esto y cree que él es la forma, mediante la cual trata de [e185] expresar sus deseos e ideas. Esta total identificación con la transitoria creación y con la apariencia externa es maya. Se ha de recordar que el maya individual es una fracción del mundo de energías y de fuerzas que constituyen la expresión de vida del Logos planetario, condicionan nuestra vida planetaria externa y hacen a nuestro planeta lo que aparenta ser para los demás planetas.
La diferencia entre el hombre o microcosmos y el Logos planetario, el Señor del Mundo o Macrocosmos, reside, en que el Señor del Mundo no está identificado con el maya creado por Él; su propósito es liberar oportunamente a los «prisioneros del planeta». Él es supremamente indiferente a ese Maya, y esta divina indiferencia ha conducido a la gran ilusión teológica de una Deidad antropomórfica y a la creencia, en Oriente, que nuestro planeta es intrascendente o el juguete de los Dioses.
Tal indiferencia cósmica ha producido el espejismo humano, respecto a la «inescrutable voluntad de Dios» y a la afirmación de que Dios se halla lejos y no es inmanente en cada criatura ni en cada átomo de los cuales están hechas las criaturas. Éstos son algunos aspectos de los espejismos y las ilusiones, que deben ser dispersados y disipados y, en este proceso, se descubrirá que la forma sólo es maya y puede ser descartada, que las fuerzas pueden ser organizadas y dirigidas por la energía, y que el mundo del pensamiento, el campo de la conciencia sensoria y el campo activo de las energías es algo separado del Pensador, de Aquel que siente y del Actor y actuante en las distintas partes que el Alma desempeña.
(…///…) el aporte lo interrumpo aqui.
Esta divina indiferencia es responsable de que, al tratar de describir al «Ser Puro» o Dios, y en el esfuerzo por llegar a comprender la naturaleza de la divinidad, se haya desarrollado la fórmula de la negación. Dios no es eso; Dios no es aquello; Dios no es nada; Dios no es ni tiempo ni espacio; Dios no es sensación o pensamiento; Dios no es forma ni sustancia. Dios simplemente Es. Dios Es ‑separado de toda expresión o manifestación, como Manipulador de energía‑ el Creador de los mundos tangible e intangible, el compenetrador de toda vida o el Morador en todas las formas. Dios es AQUÉL que puede retraerse y, al hacerlo, dispersa, disipa y desvitaliza todo lo creado ‑empleando dichas palabras en todo su significado.
Por lo tanto, será evidente que en las tres actividades de esa Realidad, que no se identifica con la apariencia, la voluntad de Dios, el aspecto Destructor de la Deidad, está beneficiosamente presente.
El acto de abstraerse produce la disolución del mundo ilusorio del pensamiento; el retraimiento de la divina atención disipa al universo sensorio y pone fin al espejismo; la cesación de la dirección divina lleva la muerte al mundo físico. Todas estas actividades ponen en evidencia la voluntad o el primer aspecto, la voluntad al bien, que puede funcionar y funcionará perfectamente sólo cuando la buena voluntad sea plena y finalmente desarrollada en la Tierra por medio de la humanidad.
La voluntad y el aliento son esotéricamente términos sinónimos. En esta afirmación tienen la clave para la eliminación de maya.
Las palabras que anteceden son preliminares al estudio que haremos sobre la Técnica de la Indiferencia.
¿Qué significa esta técnica? ¿Qué es indiferencia? Me pregunto si comprenden el significado de la palabra «indiferencia».
En realidad significa adoptar una actitud neutral hacia aquello que se considera el no yo; indica el reconocimiento de una diferenciación básica; significa la negativa a identificarse con lo que no sea una realidad espiritual, hasta donde se percibe y conoce, en un punto dado en tiempo y espacio. Por lo tanto, es algo mucho más fuerte y vital que lo que comúnmente significa esta palabra. Constituye un rechazo activo, sin concentrarse en aquello que es rechazado. Ésta es una afirmación importante y merece una cuidadosa consideración. Concierne al punto de tensión desde el cual trabaja el discípulo o aspirante observador.
ATENCION; están diciendo que se vuelve a repetir ésto, en los próximos dias:
La semana de Carnavales 2023 estará marcada por una intensa calima, así como lluvia con barro que podría convertirse en protagonista inesperado en algunos puntos de España. Así, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), desde hoy y durante los siguientes días una borrasca se adueñará del suroeste del territorio nacional y marcará el devenir de las fiestas.
LA TÉCNICA DE LA FUSIÓN
En esta última parte nos ocuparemos del control que, constante e incesantemente, ejerce el alma sobre la personalidad. Por lo tanto trataremos de esa etapa de la iniciación que pone fin al sendero de desarrollo de la humanidad, iniciando un ciclo de existencia del cual nada sabemos ni podemos saber, excepto que el Maestro liberado comienza a actuar en forma dual: como miembro de la Jerarquía, que colabora con el Plan y se ocupa de la salvación de la humanidad y luego como discípulo de Sanat Kumara. La tarea de Sanat Kumara, respecto a los Maestros, consiste en prepararlos para hollar el Camino de la Evolución superior. Cuando llega a ser posible, entonces la «atención» (empleo esta palabra inadecuada a falta de otra mejor) se traslada espiritualmente del alma y del Ángel de la Presencia, a la misteriosa Presencia misma; hasta ahora esto sólo ha sido presentido y confusamente visualizado. El Maestro -liberado de los tres y de los cinco mundos de la evolución humana y de la así denominada evolución superhumana- posee los dones de la omnipresencia y de la omniciencia. Es consciente de la unidad subyacente, realizada por la naturaleza real de la Vida Una y del Ser que compenetra toda la manifestación; ha dominado también todas las técnicas, modos y métodos de actividad posibles, de control y de fusión. Pero, habiendo desarrollado esas capacidades, comienza a darse cuenta débilmente de lo que condiciona al Ser Uno, sintiendo energías y contactos que son extraplanetarios y de los cuales ha sido totalmente inconsciente. El conocimiento le llega después de la quinta iniciación.
Tiene ante sí la obtención de una serie de percepciones más elevadas y, a fin de recoger la recompensa de esos posibles contactos, ha de dominar técnicas y métodos de desarrollo que lo harán omnipotente y, por lo tanto, expresará el más elevado de los tres aspectos divinos. Este desarrollo pondrá a su alcance poderes y experiencias que sólo pueden ser manipulados y comprendidos por la actividad científica de la VOLUNTAD, y ello debe ser desarrollado desde un punto de tensión, enfocado en la «Mónada», en lo que pueda significar esta palabra. ¿Saben lo que esto significa? Estoy seguro que no. Únicamente los Maestros de Sabiduría tienen alguna comprensión de los desarrollos finales y sólo en el sentido de una aspiración plenamente volitiva -un aspecto de la aspiración, caracterizado por la voluntad consciente, así como la aspiración del discípulo está caracterizada por el deseo sublimado. Sin embargo esto se halla más allá de la comprensión del discípulo común; su único valor consiste en describir la infinita oportunidad que se presenta en cada etapa y punto de crisis en el interminable Camino.
Ahora nos ocuparemos del gran punto de crisis, con el cual se enfrenta el discípulo, cuando trata de resolver el último par de opuestos, previamente a ciertas iniciaciones mayores; significa enfrentar la personalidad con el Ángel de la PRESENCIA. No es necesario que defina los dos aspectos de la naturaleza del discípulo, porque esencialmente es eso. Ya se ha dicho, y también lo saben, que el Morador en el Umbral es la personalidad totalmente desarrollada -la suma total de todo el pasado y la conjunta presentación de todos los problemas no resueltos en el plano físico, todos los deseos reprimidos, todas las características y cualidades latentes, todos los aspectos del pensamiento y de la propia voluntad, todos los poderes inferiores y antiguos hábitos (tanto malos como buenos), de cualquiera de los tres cuerpos. Éstos son traídos en su totalidad a la superficie de la conciencia para que sean tratados allí de tal modo, que rompan el control que ejercen. Entonces el discípulo se libera para recibir las iniciaciones finales. Este proceso no es consumado en un determinado enfrentamiento de las dos fuerzas antagónicas, sino como un triple proceso que abarca cada uno de los períodos que preceden a las tres primeras iniciaciones o (desde el ángulo de la Jerarquía) antes de las dos iniciaciones en el umbral y de la primera iniciación mayor, la Transfiguración.
Durante muchas vidas el discípulo ha morado en el umbral, siendo él mismo el Morador. Detrás del portal que se abre lentamente percibe la vida, la corporificación espiritual y la realidad del Ángel. Entre él y esa puerta hay una tierra ardiente, enfrenta a ésta, y sabe que ha de cruzarla si quiere pasar por la puerta. Allí sabrá si su voluntad será suficientemente fuerte para someter su yo personal a los fuegos de la purificación final. El yo personal está ya muy desarrollado; es un instrumento útil que el alma puede emplear, un agente bien entrenado para prestar servicio, siendo esencialmente un equipo adecuado y útil. Sin embargo, tiene sus debilidades, que en cualquier momento pueden convertirse en puntos de crisis; también tiene sus puntos débiles que pueden ser trasmutados con relativa facilidad en puntos de tensión, y es totalmente un instrumento con el cual se puede contar y prestar un buen servicio. ¿Puede y debe ser él sacrificado para que, hablando esotéricamente, su vida se pierda y se lo reemplace por la consagración y la devoción? A todos los discípulos les resulta difícil resolver, comprender y llevar a la práctica este problema. Únicamente atravesando la tierra ardiente tres veces consecutivas, se destruyen todos los obstáculos que impiden el empleo libre de la voluntad. La relación existente entre el Angel y el Morador debe ser llevada a una plena expresión por medio de la voluntad. Me refiero a la voluntad espiritual y a sus tres aspectos, que deben ser puestos en actividad antes de que la voluntad divina comience a ejercer control. El discípulo une los dos aspectos de su naturaleza con plena conciencia y con clara intención por medio de un acto volitivo planeado; dicho acto produce un punto de tensión en el «centro de la tierra ardiente, en el cual ambos pueden unirse», tal como lo establecen los antiguos Archivos.
Quisiera llamarles la atención sobre el hecho de que es en un «punto medio» donde tiene lugar el gran sometimiento de lo inferior a lo superior. Esto no ocurre cuando el discípulo vacila incierto en la periferia de la tierra ardiente o cuando se encuentra ante el portal, después de haber pasado por la experiencia de la tierra ardiente. El punto esencial de crisis que produce el punto de tensión necesario es el resultado de la «decisión invocadora» de la personalidad que, a su debido tiempo, produce una «respuesta evocadora» del Ángel. Los dos factores implicados (y no olviden que todo esto tiene lugar dentro del campo de la conciencia del discípulo) van juntos y uno hacia el otro. En el centro de la tierra ardiente se encuentran y, entonces, la luz menor (una verdadera luz por propio derecho) de la personalidad es absorbida en la luz mayor del Ángel o Alma. El Angel «extingue esotéricamente» al Morador que se pierde de vista en la radiante aura del Angel. Esto ha sido simbólica y pictóricamente representado en las imágenes de los cielos, cuando, de acuerdo a los Festivales Católicos, tiene lugar la Asunción de la Virgen y la constelación de Virgo se pierde de vista en la radiación del sol. Allí se hallan los tres factores:
1. La Virgen ….. forma material ………….. personalidad …… Morador
2. El Sol …………naturaleza espiritual ….. alma ………………. Ángel
3. La Tierra …… el hombre que aspira …. el discípulo
La personalidad permanece; sigue existiendo, pero ya no es la de antes. La luz del Ángel la envuelve; la tierra ardiente ha hecho su trabajo, y la personalidad no es ni más ni menos que el cascarón o forma purificada, por medio de la cual puede brillar la luz y la irradiación, la cualidad y las características del Ángel. Es una fusión de luces, la más fuerte y poderosa extingue a la menor.
¿Cómo se ha realizado esto? No me refiero aquí a la preparación del Morador en el Umbral para este gran acontecimiento ni a los eones de disciplina, preparación, experimento y experiencia, vida tras vida, que han hecho que esta consumación sea posible y exitosa. Los dos aspectos del hombre sólo pueden enfrentarse con pleno poder, intención y finalidad, cuando la ilusión ya no controla a la mente, el espejismo ha perdido todo poder de confundir y las fuerzas de maya no pueden obstaculizar. La discriminación, el desapasionamiento y la indiferencia, han producido la dispersión por medio de la luz enfocada, la potencia disipadora de la luz distribuida y el poder rector de la energía de la luz. Sólo cinco reconocimientos controlan ahora al discípulo:
1. La realidad de su discipulado.
2. La percepción del Ángel, expectante y dinámico.
3. El llamado invocador del Morador en el Umbral.
4. La necesidad de emplear la voluntad en forma nueva y diferente.
5. La necesidad de cruzar la tierra ardiente.
Los resultados son completamente claros. Es cuestión del momento propicio y la decisión. Quisiera recordarles que en todos estos procesos, el que actúa es el discípulo en plena conciencia, iniciando él mismo todos los procesos. No es el Ángel o el Morador, sino el mismo hombre espiritual que ha de emplear la voluntad e iniciar la acción definida y progresiva. Cuando el discípulo ha dado los pasos necesarios y ha avanzado irrevocablemente, la respuesta del Ángel es segura, automática y omniabarcante. La total extinción del yo personal, en tres etapas sucesivas, constituye el resultado inmediato y normal. A esto se refería Juan el Bautista cuando dijo, «Él debe acrecentarse pero yo debo disminuir». Pronunció estas palabras como discípulo, antes de recibir la segunda iniciación en el umbral. Estos aspectos esotéricos, creciente y menguante, los tenemos en las fases de la luna, y el planeta lo tiene representado en el signo de Géminis, donde la luz de uno de los mellizos disminuye lentamente y la luz del otro adquiere intensidad.
Que el Ángel de la PRESENCIA pueda hacer sentir su proximidad y los inspire para que atraviesen valientemente los fuegos de la tierra ardiente, es mi más ferviente plegaria; que la realidad de la PRESENCIA pueda ser sentida por ustedes y los conduzca a una mayor actividad -una vez que hayan cruzado la tierra ardiente-, – plagada de radiaciones, – es mi más profundo deseo; y que la luz ilumine su camino y traiga una segura y verdadera consumación de todos los afanes y luchas que han caracterizado la manera de vivir, es mi cordial Saludo.
Los insto a una empresa más activa y constante.
EN RECUERDO DE LAS CIVILIZACIONES PASADAS, QUE FUERON PERFECTAS Y QUE AHORA ESTÁN LIBERADAS, con la colaboracion de los seres y pobladores en diferentes niveles:
HIPERBOREA, LEMURIA, etc., y sus Maestros Siddhas Realizados, Logos, que SUPIERON «Situarlas» en LA LIBERACION Real del Espiritu mediante la Verdad. LA CUAL SIEMPRE EXISTE Y PERMANECE.