¿Quién puede disipar los espejismos planetarios, sino aquéllos que lo reconocen por lo que es y lo estamos experimentando en nuestra vida diaria? ¿Cómo puede haber éxito en extirpar el espejismo del mundo mediante la iluminación, si esta iluminación no es producida por quienes estamos aprendiendo a dirigir el faro del alma en los lugares oscuros, y diluyendo o discerniendo, trabajando como individuos o grupo, el espejismo que nos circunda?
Consideremos el esfuerzo que toda la humanidad realiza por comprender el problema, y su capacidad de llegar a resoluciones en sus propias vidas, para contribuir a solucionar este formidable problema mundial.
Disipamos los espejismos cuando nos hallamos morando en la claridad, en la cual mantenemos la mente firme en las intenciones de comprensión, la cuales nos permiten disipar las brumas de los engaños que nos esclavizan en los mundos, planos astrales de manifestacion. A éstas cuestiones es a lo que llaman Servir.
La resolución de estas dualidades tiene lugar cuando el alma, el verdadero hombre espiritual, no se identifica ya con ninguno de los opuestos, sino que se mantiene libre en este camino medio; el discípulo ve ante sí “el Camino iluminado”, aprendiendo a recorrerlo sin ser atraído por los mundos del espejismo que se extienden a ambos lados. Va directamente hacia su meta.
- La etapa en que el hombre reflexivo e inteligente, ya sea discípulo, aspirante bien intencionado o iniciado de primero o segundo grados, debe aprender a distinguir entre la verdad y las verdades, el conocimiento y la sabiduría, la realidad y la ilusión. Cuando esta etapa ha sido superada lo conduce a la tercera iniciación, donde la personalidad (propensa al maya, espejismo e ilusión) permanece libre. Experimenta de nuevo una sensación de unificación. Esto se debe al desarrollo del sentido de la intuición, que pone en manos del discípulo un instrumento infalible para discriminar y discernir. Su percepción se agudiza y se halla relativamente libre del engaño y de las erróneas identificaciones e interpretaciones.
- Habrán observado en qué forma la carrera de la vida del hombre ha progresado, de una crisis de dualidad, a una de relativa unidad, sólo para hallar que ese sentido de unificación ha sido perturbado por un renovado reconocimiento de que existe una dualidad superior y más profunda. Esta dualidad produce momentáneamente otra brecha en la vida del hombre, y así se reinicia el torturante proceso de establecer un puente o de “salvar esotéricamente” esa brecha que existe en la continuidad de la conciencia espiritual. Les recordaré aquí que esa sensación de paz o percepción de la separación es en sí una ilusión, de la misma naturaleza del espejismo, y se funda en el sentido pasajero de identificarse con aquello que resulta temporal o ilusorio, y que por lo tanto, no es el yo o alma.
- El problema puede ser resuelto totalmente si la conciencia deja de identificarse con las experiencias inferiores y se identifica con el hombre real y verdadero.
Etapa tras etapa, el hombre ha progresado de un estado de ilusión o de espejismo a otro, de un punto de oportunidad discriminativa a otro, hasta que ha desarrollado en sí mismo tres capacidades fundamentales:
La capacidad de manejar fuerza.
La capacidad de hollar el camino medio entre los pares de opuestos.
La capacidad de utilizar la intuición.
Ha desarrollado dichas capacidades resolviendo los pares de opuestos en los planos físico, astral y mental inferior. Ahora enfrenta la resolución culminante, equipado con estos poderes. Se hace consciente de esas dos grandes entidades aparentemente antagónicas (con las que se encuentra concientemente identificado), el Ángel de la Presencia y el Morador en el Umbral. Detrás del Ángel presiente tenuemente, no a otra dualidad sino a una gran Identidad, una viviente Unidad que -a falta de mejor término- denominamos PRESENCIA.
Por favor, profundicemos serenamente ESTAS cuestiones y palabras.
Los siguientes, son textos seleccionados con vigencia actual:
Se trata de que comprendamos, los modos en que pueden surgir con toda claridad en sus mentes los actuales problemas y la inmediata oportunidad, a fin de trabajar inteligente y comprensivamente. Es necesario dilucidar la Ciencia del Servicio y comprender el Sendero del Hombre. La actitud de la conciencia iniciática, respecto a los problemas humanos, no es como la del ser humano común. Comenzaremos por estudiar el nuevo mundo, las nuevas oportunidades y complejidades y también la nueva y futura simplificación de la vida y del ser. Se relacionan primordialmente con el servicio que presta el iniciado; hasta ahora sólo se ha considerado el servicio que pueden prestar los discípulos aspirantes y los hombres de buena voluntad.
Daré algunas claras y definidas instrucciones sobre la utilidad del cuerpo etérico. Este vehículo de vitalidad o energía, es el factor esencial que condiciona la actividad del cuerpo físico. Es el iniciador, porque no puede haber actividad física, tal como lo entendemos, si no la impulsa la energía que emana del cuerpo etérico. Por el conocimiento del cuerpo de la vitalidad vendrá la comprensión de los procesos de la iniciación. El cuerpo etérico es el órgano por el cual se evidencian en el plano físico las expresiones de la personalidad y el alma. Su poder evoca la forma física. La mayoría de los vehículos poseen dos facultades – invocar y evocar. Desempeñan también una tercera función: arraigar o enfocar la energía, produciendo un punto de tensión, un punto de crisis y un intervalo previo al proceso de trasmisión. Reflexionen sobre estas palabras. El cuerpo físico puede ser evocado para que se manifieste e inicie la consiguiente actividad, pero no tiene el poder de invocar. De allí que no es un principio, sino fundamentalmente un autómata. El cuerpo etérico invoca y evoca, pero también en relación con el plano físico precipita energía por un proceso de apropiación. El estudio de estas cosas nos introduce en el tema de los centros, que encararemos desde el ángulo de la invocación y evocación.
La enseñanza sobre el cuerpo etérico le seguirá lógicamente a toda instrucción que imparta sobre la comunicación telepática y el manejo de la energía por el discípulo-iniciado, por intermedio de los centros individuales y grupales, y -cuando es muy evolucionado y tiene cierto grado iniciático- por intermedio de los centros planetarios. No he dado mucho sobre este tema, pero lo haré posteriormente. No obstante, lo trataré en breve y como ensayo, pues la mayoría de los aspirantes y discípulos no están todavía preparados para este estudio particular.
(así es tal y como nos lo expresan en ésos escritos; ¿porqué …?)
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Otros escritos en éste blog, sobre dimensiones y partículas cuánticas.