Algunas cosas, sencillamente explicitadas, y por lo tanto lo adjunto simplemente como los puntos de vista de diferentes personas o grupos. Sin embargo, hay otras cuestiones y planteamientos, ante las cuales debemos de estar muy precavidos, aprendamos a discernir sin mezclar las cosas; PORQUE TODOS TENEMOS LAS CAPACIDADES PARA DISCERNIR, entanto que humanos. Valoremos lo que Es.
¿Cuáles son las condiciones que "promueven" los estados patológicos o alienados? Posiblemente, la mayor ingenuidad es suponer que no existen las «fuerzas superiores» que sostienen a ésta manifestación planetaria, en sentidos que nos resultan desconocidos.
El Alma Universal de los Mundos es Sophia, sabiduría, nuestra verdadera Alma Humana, la cual es ascendida a los cielos mediante la interseción Magistral Crística y Logoica, restableciendo así la Voluntad de el Padre.
¿Cómo es, verdaderamente, la epopeya cósmica en la cual estamos.?
En medio de una sociedad apática y neutralizada, están los datos de Amnistia Internacional, o de otras organizaciones, respecto a la situación actual, y que cada vez vá a peor: ¿porqué…?
José Ramón
25 febrero, 2016 en 9:03 am
Totalmente de acuerdo que debe haber un trabajo de discernimiento y, sobre todo, de confrontación con los textos revelados que deben de concordar con la intuición, irrupción, sueño o revelación para poder integrarla en nosotros y meditarla. Y, sobre todo, tener la suficiente “pobreza de espíritu” flexibilidad y desprendimiento para soltar viejas concepciones, por muy elaboradas que estén, para acoger otras mas próximas a la verdad. Pues, sin duda, que cualquier edificio teórico que construyamos, quedará muy por debajo de la verdad que no puede ser abarcada por nuestros sentidos y comprensión.
Para ir subiendo por la escalera del conocimiento, debemos ir soltando cada barrote de la escalera para alcanzar el barrote superior; sino no se asciende por mucho que hagamos trabajar a nuestra mente. Pero soltar cada barrote genera una sensación de vacío que inevitablemente hay que pasar para poder agarrar el superior a riesgo de quedarse estancado generando arquitecturas mentales que, al final habrá que soltar en el último momento porque no sirven.
«Tal vez sería más fácil comprender la relación de los siete rayos en la Deidad, si recordamos que el hombre mismo (por ser hecho a imagen de Dios) es un ser séptuble, capaz de expresar siete estados de conciencia y los siete principios o cualidades fundamentales que le permiten percibir los siete planos en los cuales vitalmente actúa en forma consciente o inconsciente. Es un septenario en todo momento, y hemos de comprender, por lo tanto, su objetivo de percibir conscientemente los estados del ser, expresar conscientemente todas las cualidades y actuar libremente en todos los planos de creación celeste.»
El cerebro responde a los siete sentidos:
1. Oído. 4. Gusto.
2. Tacto. 5. Olfato.
3. Vista. 6. Mente, el sentido común.
7. Intuición, el sentido sintético.
Por medio de los siete sentidos es posible hacer contacto con el mundo de la materia y el del espíritu. Los siete sentidos son, en forma peculiar, la analogía de los siete rayos en el plano físico y se hallan íntimamente relacionados y regidos por ellos.
Los reinos que trataremos en relación con los rayos son conocidos:
1. El Reino Mineral VII
2. El Reino Vegetal VI
3. El Reino Animal V
4. El Reino de los Hombres IV
5. El Reino de las Almas III
6. El Reino de las Vidas Planetarias II
7. El Reino de las Vidas Solares I
Cuando la humanidad esté segura de su divinidad e inmortalidad y haya adquirido conocimiento sobre la naturaleza del alma y el reino en el cual funciona el alma, su actitud hacia la vida y los asuntos cotidianos sufrirán tal transformación que veremos surgir en verdad un nuevo cielo y una nueva tierra. Una vez que esta entidad central, dentro de cada forma humana, sea reconocida y se conozca por lo que esencialmente es, y su divina persistencia sea establecida, entonces, lógicamente, veremos el comienzo del reinado de la Ley divina en la tierra -ley impuesta sin fricciones ni rebeldías. Esta reacción benéfica se producirá debido a que los pensadores de la raza serán fusionados en una percepción verídica del alma y en la consiguiente conciencia conjunta, que les permitirá ver el propósito que subyace detrás de la actuación de la inteligencia espiritual.
Los siete reinos, en su totalidad, evidencian también las siguientes relaciones:
1. Reino mineral base de la columna vertebral adrenales
2. Reino vegetal centro cardíaco timo
3. Reino animal plexo solar páncreas
4. Reino humano centro sacro gónadas
5. Reino egoico centro laríngeo tiroides
6. Reino planetario centro ajna pituitaria
7. Reino solar centro coronario pineal
El estudio de éstas analogías será de valor para el estudiante si recuerda que se estudian en la primera iniciación. Ellas difieren en otras. Esto nos lleva a interesarnos por el Conocedor y a creer que este Conocedor es el Alma, Uno con la Deidad, ilimitado y eterno y el factor determinante, en tiempo y espacio, de la existencia humana. Así apreciamos, que la infinita diversidad de formas oculta una síntesis subjetiva. Por lo tanto, el hombre puede ver eventualmente, observar un septenario universal cuando se expresa a sí mismo a través de las formas de todos los reinos, y cuando esto sucede penetra en el mundo de la unidad subjetiva y puede seguir su camino conscientemente hacia y en lo universal, hacia el Uno Verdadero.
No podemos todavía entrar en la conciencia de esa fundamental Unidad esencial, pero sí es posible penetrar en la de la propia vida de rayo, fuente de donde emana su propia vida temporariamente especializada.
Por lo tanto, vida, cualidad y apariencia, representan la triplicidad primordial. La apariencia es objetiva y las formas han sido estudiadas, analizadas y clasificadas científicamente durante épocas. Ahora estamos practicando la introversión y la introspección y tenemos el comienzo de un ciclo donde el mundo de la cualidad y del significado será sometido a una investigación y clasificación similares. Esto dará como resultado nuevos valores de vida, enriquecerá nuestra comprensión, traerá crecimiento y la sustitución del intelecto por la intuición.
¿Quien entrena a estos Observadores y Comunicadores? Quisiera aclarar que los observadores se entrenan a sí mismos o, con más exactitud, el alma de cada uno entrena a la personalidad para que llegue a ser un verdadero observador. En cambio los comunicadores son lenta y gradualmente entrenados por los discípulos más avanzados que trabajan desde el plano subjetivo de la vida. Este entrenamiento no se organiza ni prepara en el plano físico, y tampoco hay allí discípulos que se ocupen de entrenar grupos de comunicadores para ser utilizados más adelante por la Jerarquía o Verdad. En esta cuestión, como toda en la vida espiritual, el discípulo se entrena primero a sí mismo para responder a su propia alma y también para responder a los trabajadores del grupo interno, los que posteriormente, como resultado de su esfuerzo autoiniciado, le enseñan a alcanzar el estado de Ser verídico.
Nuestro planeta constituye el mecanismo de respuesta de una Vida superhumana, y esa Vida responde conscientemente a los impactos que emanan desde el sistema solar y desde ciertas constelaciones (Vidas personificadas), con las cuales está vinculado nuestro sistema solar. En forma similar el Logos solar actúa por intermedio de ese gigantesco mecanismo de respuesta, limitado por el círculo infranqueable de un sistema solar. Cada forma, desde el átomo más diminuto hasta una inmensa constelación, personifica una vida que se expresa como conciencia, percepción y sensibilidad responsiva, por medio de algún mecanismo de respuesta. De modo que tenemos el establecimiento de un universo de vidas, interactivas e interrelacionadas, todas ellas conscientes, algunas conscientes de sí mismas, otras conscientes del grupo, pero todas contenidas en la mente universal, poseyendo almas y presentando aspectos de la Vida divina.
Bertha
24 febrero, 2016 en 5:04 pm
“Ora et labora solve coagula” Efectivamente, depurar siempre es bueno y sobre manera en esta torre de babel mental que nos hallamos. El problema es extender ciertas definiciones sobre lo físico-mental, al ámbito del SER.
Lo de “como es arriba es abajo” se ha tomado como un chicle que se estira y da mucho de sí. Por eso, creo, que hay que contextualizar los mensajes, los párrafos, las frases famosas y no quedarnos en las apariencias. Pasa parecido a la creencia que tenemos sobre “el resonar” en nosotros lecturas, mensajes, etc. Lo que no quiere significar “per se” que sea lo verídico. Esa percepción dependerá de nuestra amplitud de conciencia, o incluso del estado de ánimo del momento (por decir) y sobre todo cuando sabemos separar las busquedas destinadas a nuestro trabajo de investigación y conocimiento de lo “otro”. Que es precisamente lo que no puede ser buscado, más bien nosotros somos encontrados cuando estamos listos para recibir el llamado verídico o el lux fiat.
José Ramón
24 febrero, 2016 en 7:08 pm
Todos los “gurús” son “falsos pastores” que se aprovechan de la tendencia humana a la idolatría; tendencia que refleja la comodidad de esperar que otros hagan el pan que uno quiere comer.
Nuestro maestro es nuestra alma, que en el estado en que se encuentra solo puede comunicarse por la intuición, sueños y símbolos.
Cuando un alma se ha levantado y ha alcanzado la plena realización, puede, en algunos casos, comunicar el Verbo de Dios a un discípulo, es lo que se llama la Transmisión; entonces el Sabio Adepto en cuestión, se convierte en Maestro de un discípulo y su guía (como Virgilio lo fue para Dante) en la obra de la realización de su propia alma. Cualquier otro caso que se nos presente en nuestra vida con apariencia de realidad, no es mas que el lobo disfrazado de piel de cordero.
Y no todos penetran el Misterio en los mismos niveles de profundidad, y eso es lo que generará la jerarquía en el Mundo Porvenir. Las que se establecen en este mundo responden solo al grado de sumisión al señor de este mundo y en ningún caso al grado de realización del alma.
Ojalá seamos encontrados por el dador de Luz, mientras tanto solo podemos brillar como luciérnagas en la noche a la espera de ser rescatados. Ese brillar, es nuestra búsqueda personal, que es única y no puede basarse en la de ningún otro. Con nuestro esfuerzo intelectual nunca alcanzaremos esa luz, pero acrecentaremos el deseo, que es la fuerza que impulsa a bajar a algún Sabio de Dios con la antorcha del Conocimiento para prenderla en el alma de un hombre de deseo.
......
El Reino de los cielos no se parece a nada.
Solo tú puedes crearlo y mantenerlo.
Dios en ti será siempre único e irrepetible.
La manera de manifestarlo será siempre original.
……………………..
El Reino nunca será el fruto de una programación.
No surgirá por muchas doctrinas que atesores.
No lo encontrarás en los ritos litúrgicos.
Tampoco será producto del cumplimiento de unas normas.
……………………
Surgirá de una intuición de lo que en realidad eres,
manifestada en tus relaciones con los demás;
cuando dejes de considerarte como un yo aislado
y descubras que eres uno con toda la Realidad.
( Escrito atribuido a Fray Marcos )