Podemos comprobar la vacuidad mundana, por ejemplo, en la voluble fluidez de todos los inventos de la manipulación mundana y social: lo que hoy es blanco, mañana puede resultar negro, cuando se aprecia con otra perspectiva: se trata de un relativismo tan notorio y evidente, que puede causarnos el íntimo jolgorio, de reconocer una broma tan pesada.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia; porque serán saciados. (comprendamos que éstas son cuestiones científicas, metódicamente y exactamente demostrables)
Ésta justicia, se refiere a la necesidad que tenemos de clara percepción, no a ninguna compensación teórica ilusoria; es el resultado correcto de toda experiencia de vida; nuestro aprendizaje en la propia independencia en correcta relación, y consecuente eventual liberación.
También el hecho de reconocer la ingenuidad con que somos engañados, colabora a situarnos en otras coordenadas, y ayuda a eliminar lo falso.
Todos los intentos desesperados del mundo, es utilizar la Conciencia de Vd., y la de cada uno, claro, para que le «adore» en alguno de sus gloriosos inventos, pues necesita la atención y la supeditación constantes.
Éstas son las premisas, 🙂 en las cuales nos encontramos; no son teorías que sirvan para convencer a nadie. O se ven, o son invisibles, pero no hay prisa; ésto necesita experiencia, maduración en profundidad: precisamos, saber o creer, que otros estados de Ser y de Conciencia, son posibles, también en uno mismo, y sumarnos al mejor impulso.
La autenticidad, no está limitada por ningún concepto, apelativo, o grupo: solamente después, es cuando vienen los nombres.
Aquí, ¡Oh! Sariputta, la forma es vacío
y el vacío mismo es forma;
el vacío no se diferencia de la forma,
la forma no se diferencia del vacío;
todo lo que es forma, es vacío;
todo lo que es vacío, es forma;
lo mismo es aplicable a los sentimientos,
a las percepciones, a los impulsos y a la consciencia.
Para que prosigamos nuestros estudios de la Ciencia de el Yo, recomendaría conocer ésto: