Como estamos todos tan ocupados, se supone que ni nos enteramos. … pero, SI que nos enteramos …
Las Reglas que inducen a que el alma controle expresan la cualidad divina y conducen a la revelación de la naturaleza de Dios, que es amor.
Las Leyes de la Naturaleza, o las llamadas leyes físicas, expresan la etapa de manifestación, o el punto alcanzado en la expresión divina. Se refieren a la multiplicidad o aspecto cualidad.
Rigen o expresan lo que el Espíritu divino (la voluntad actuando con el amor) ha podido realizar en conjunción con la materia, a fin de producir la forma. Esta emergente revelación permitirá el reconocimiento de la belleza.
La primera serie de leyes, las Leyes del Universo, son abordadas en el Tratado sobre Fuego Cósmico y ocasionalmente mencionadas en otros escritos. La ciencia moderna ha hecho mucho para lograr una comprensión de las Leyes de la Naturaleza y confiamos en que seguirá haciéndolo, pues el alma dirige todas las cosas hacia el conocimiento. En lo que aquí expongo, trato de establecer las bases para la nueva ciencia de la psicología, que debe fundarse sobre una amplia y general comprensión de la divina psiquis, a medida que trata de expresarse por medio del Todo manifestado, el sistema solar, y, para nuestro propósito, el planeta y todo lo que en él reside.
a. LA TENDENCIA A LA SÍNTESIS
El primero de los factores que revela la naturaleza divina y el primero de los grandes aspectos psicológicos de Dios es la tendencia a la síntesis. Esta tendencia existe en toda naturaleza, en toda conciencia y es la vida misma. El impulso motivador de Dios y su descollante deseo es lograr la unión y la unificación. Ésta fue la tendencia o cualidad que el Cristo trató de revelar y dramatizar para la humanidad. En lo que se refiere al cuarto reino de la naturaleza, Sus grandiosos pronunciamientos, expresados en el capítulo XVII de San Juan, son un llamado a la síntesis y nos exhortan a alcanzar nuestra meta.
b. LA CUALIDAD DE LA VISIÓN OCULTA
La siguiente tendencia que está emergiendo es muy difícil de describir. No es fácil hallar las palabras exactas para definir su significado. Es la cualidad de la visión interna. Es imposible expresarla en palabras que pueda comprenderlas el hombre, porque no nos referimos a la visión que tiene el hombre de Dios, sino a la propia visión que Dios tiene de Su propósito. En el transcurso de las épocas los hombres han presentido la visión, la han visto y se han sumergido en ella después de muchas luchas y esfuerzos; luego, han salido de la vida humana y han entrado en el silencio de lo ignoto. El místico y el ocultista han testimoniado esta visión, y toda la belleza y policromía en el mundo de la naturaleza y del pensamiento son también testigos silenciosos de ella. ¿Pero qué es? ¿Cómo definirla? A los hombres ya no les satisface llamarlo Dios, y tienen razón, pues es, en último análisis, aquello hacia lo cual Dios dedica todo Su esfuerzo.
Por lo tanto, son de suprema importancia las siete reglas que estamos estudiando, porque contienen las ideas-clave que revelarán a la Deidad que actúa como el Alma de todas las cosas y también a la naturaleza y el método de actividad del Cristo Cósmico, e indicarán las tendencias cualitativas que rigen y determinan la vida síquica de todas las formas -desde un universo hasta un átomo- en el cuerpo de cualesquiera de las denominadas revelaciones materiales de la vida. Tengamos presente estos pensamientos cuando leemos y estudiamos.
e. EL FACTOR ANALÍTICO
La quinta cualidad condicionante o actividad del alma, es el factor analítico. Constituye una ley que rige a la humanidad, lo cual debe recordarse siempre. El análisis, el discernimiento, la diferenciación y el poder de distinguir, son atributos divinos. Cuando producen un sentido de separatividad y de diferencia, entonces son reacciones estimulantes de la personalidad y, en consecuencia, son mal aplicadas y utilizadas personalmente. Sin embargo, cuando se las mantiene dentro del sentido de síntesis y se las emplea para aplicar el Plan a la totalidad, son cualidades y leyes del alma, esenciales para el correcto desarrollo del propósito divino. El Plan de Dios llega a la existencia poniendo el énfasis en forma correcta, y cuando insistimos sobre un aspecto o cualidad, excluimos momentáneamente o relegamos brevemente a la pasividad otro aspecto o aspectos. Ésta es una de las partes principales de la actuación de la ley de los ciclos con la cual trabajan los Maestros. Implica, de Su parte, el empleo constante de la facultad de analizar y el poder de discriminar.
El hecho de que, en tiempo y espacio, los pares de opuestos prevalecen y los emplean los Maestros para tejer la trama de la vida, indica la diferenciación principal del Uno en dos, los dos en tres, los tres en los siete básicos y éstos en los muchos. Desde la unidad a la diversidad el trabajo prosigue y emerge de acuerdo a la ley del alma, la ley del análisis dentro del campo de la síntesis.
Las “simientes de las diferencias”, según se las denomina, son factores principales que se emplean en la producción del mundo fenoménico. La Jerarquía trabaja con las simientes, como un jardinero trabaja con las semillas de las flores, y de estas simientes aparecen las formas diferenciadas necesarias, produciendo así más diferenciaciones. La siembra de esta simiente, su cultivo y mantenimiento, es parte de la tarea fenoménica de la Jerarquía, particularmente como sucede actualmente en la inauguración de la Nueva Era.
VEAMOS LO QUE NUNCA VEREMOS … LO CUAL, PODEMOS COMPROBAR TODOS LOS DIAS:
La vacunación covid reduce el riesgo de infartos e ictus.
La OMS reitera la necesidad de seguir inoculando dosis y mantener la vigilancia activa. Una nueva investigación, dada a conocer ayer por el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros A. Ghebreyesus, ha mostrado que la vacunación y las dosis de refuerzo reducen la probabilidad de que los pacientes con covid sufran un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Esta evidencia se suma a las ya conocidas y ampliamente demostradas sobre el papel protector de la inoculación de dosis para «reducir drásticamente las posibilidades de enfermedad grave y muerte.
Mejores vacunas.