Mundo infantil, madurez en conciencia

61 Pero Jesús, sabiendo en su interior que sus discípulos murmuraban POR ESTO QUE SE EXPRESA,  les dijo:  ¿Esto os escandaliza?   62   ¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde antes estaba?   63    El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado, LA PALABRA MAGISTRAL son espíritu y son vida.

Hoy, el plató es todo el plano dimensional, oh, perdón: digo TODO EL GLOBO MENTAL artificialmente construido. Y los protagonistas la Conciencia de cada Uno.

Por qué, después de que se demostrara que la vacuna del ARNm no detenía la transmisión, los gobiernos siguieron imponiéndola a sus poblaciones? Nehls respondió que no se trataba de salud o de ganar dinero. Se trataba de «conquistar la mente humana».

«Y es incluso peor que eso [socavar la capacidad de pensar]», continuó.

«Así que, si se cierra esta producción [de nuevas células nerviosas] y se obliga al hipocampo a memorizar todas estas historias diferentes, estas narrativas de miedo, entonces estas narrativas entrarán en el cerebro. Se memorizarán en el hipocampo, pero a un coste: anularán los recuerdos preexistentes».

«Entonces, lo que sucede», dijo Nehls, «es que anulas con las narrativas, las narrativas del miedo, las narrativas tecnocráticas, anulas tus recuerdos preexistentes, tu individualidad o tu personalidad, y los cambias».

«Si fuera intencionado, sería lo más malvado que se ha hecho nunca», respondió Carlson.

GUERRA Y PODER El negocio de la vida y la muerte. El estado en el que nos encontramos es una empresa criminal y nosotros somos sus víctimas. Su ideología es de odio: hacia Dios, hacia la verdad y hacia la vida.El crimen supremo del Estado es hacer la guerra, cuando la única guerra es necesaria salvo para salvarse de la ira de su pueblo.Nuestra exigencia es una vida digna de ser vivida, una exigencia que ellos se niegan a satisfacer.Para preservarse, la clase parásita que llamamos nuestros dirigentes está dispuesta a destruirnos. De hecho, la destrucción es la receta del desastre que vivimos. Es para su gusto, no para el tuyo, para lo que se ha preparado la sopa en la que nos encontramos.