las locuras mundanas, y la curación en el espíritu de Verdad.

Locura es targiversar las cosas, negando las vias posibles de discernimiento: un intento de confundir ó cegar la percepción diáfana, las luces originales innatas de la razón.

El Universo manifiesta coherencia inteligente, y si captamos que; lo material siempre se encuentra sustentado en lo sutil e invisible, podemos valorar lo que algunos llaman esencia ó espíritu, cuestiones vitales que se encuentran, también, en nuestra propia constitución, como un Presente silencioso.

Por tanto, ésto no es cuestión de meras ideas, con etiqueta religiosa ó de otra índole, sino de algo más profundo, que se encuentra en la constitución de todos, y posiblemente de todo en el universo manifestado, en estado activo, ó latente, bajo cualquier enfoque ó comprensión.

Con arreglo a la enseñanza Crística, el único mediador instituido respecto a la Vida Perfecta Universal, es el Espíritu de Verdad; el cual puede morar en nosotros, mediante el ruego del Cristo Maestro, al Padre Creador.

16 Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre; 17 es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros, porque Yo sigo viviendo, y vosotros vivireis.

Podemos darnos cuenta, de la exacta coincidencia en las verdaderas enseñanzas espirituales, exentas de parafernarias, libres de parásitos.

Se trata en éste sentido, de que aprendamos a escuchar, atender, observar, ver y reaccionar, sin inventarnos nada; éstos son unos temas vitales y muy valiosos e interesantes, en los cuales, las creencias en tanto que imágenes mentales conceptualizadas, preconcebidas por los elementales, criaturas y diferentes tipos de egregores, no tienen nada que ver en éste asunto; se trata, indudablemente, de algo más íntegro.

… a continuación: los dramas y la vida, en los tiempos decisorios: