La domesticación de los seres humanos.

«Levanta la piedra y me encontrarás allí. Corta la madera y yo estoy allí. Donde hay soledad, allí estoy yo también…»

Lo que ves y escuchas ahora mismo no es más que un sueño. Soñar es la función principal de la mente, y la mente sueña veinticuatro horas al día.

Antes de que naciésemos, aquellos que nos precedieron crearon un enorme sueño externo que llamaremos el sueño de la sociedad o el sueño del planeta. Es el sueño colectivo hecho de miles de millones de sueños más pequeños. Incluye todas las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y maneras de ser, sus gobiernos, sus escuelas…

Percibimos muchas cosas simultáneamente, pero utilizamos nuestra atención para retener en el primer plano de nuestra mente lo que nos interesa. Los adultos que nos rodeaban captaron nuestra atención y, por medio de la repetición, introdujeron información en nuestra mente. Así es como aprendimos todo lo que sabemos.

El lenguaje es el código que utilizamos los seres humanos para comprendernos y comunicarnos. Los niños creen todo lo que dicen los adultos; no tuvimos la oportunidad de escoger nuestras creencias, y estuvimos de acuerdo con la información que nos transmitieron del sueño del planeta. La única forma de almacenar información es por acuerdo. Tan pronto como estamos de acuerdo con algo, nos lo creemos, y a eso lo llamamos «fe». Llamo a este proceso «la domesticación de los seres humanos». También aprendemos a juzgar: Nos juzgamos a nosotros mismos y a otras personas.

Adiestramos a nuestros niños, a quienes tanto queremos, de la misma forma en que adiestramos a cualquier animal doméstico: con un sistema de premios y castigos. Pronto empezamos a tener miedo de ser castigados y también de no recibir la recompensa, es decir, la atención de nuestros padres o de otras personas. Empezamos a fingir que éramos lo que no éramos, con el único fin de complacer a los demás, de ser lo bastante buenos para otras personas. El miedo a ser rechazados nos convirtió en una copia de las creencias de otros.  Nuestro sistema de creencias es como el Libro de la Ley que gobierna nuestra mente. No es cuestionable.

El Juez interior utiliza lo que está en nuestro Libro de la Ley para juzgar todo lo que hacemos y dejamos de hacer, todo lo que pensamos y no pensamos, todo lo que sentimos y no sentimos. Cada vez que hacemos algo que va contra el Libro de la Ley, el Juez dice que somos culpables, que necesitamos un castigo, que debemos sentirnos avergonzados.

Hay otra parte en nosotros que recibe los juicios, y a esa parte la llamamos «la Víctima». La Víctima carga con la culpa, el reproche y la vergüenza. Cualquier cosa que ponga en tela de juicio lo que creemos nos hace sentir inseguros. Por este motivo, necesitamos una gran valentía para desafiar nuestras propias creencias; porque, aunque sepamos que no las escogimos, también es cierto que las aceptamos. El acuerdo es tan fuerte, que incluso cuando sabemos que el concepto es erróneo, sentimos la culpa, el reproche y la vergüenza que aparecen cuando actuamos en contra de esas reglas.

En el sueño del planeta, a los seres humanos les resulta normal sufrir, vivir con miedo y crear dramas emocionales. Cada vez que sentimos emociones como la cólera, los celos, la envidia o el odio, experimentamos un fuego que arde en nuestro interior. Vivimos en el sueño del Infierno. Toda la humanidad busca la Verdad, pero no hay ninguna Verdad que encontrar. Dondequiera que miremos, todo lo que vemos es la Verdad, pero debido a los acuerdos y las creencias que hemos almacenado en nuestra mente, no lo vemos.

Durante el proceso de domesticación, nos formamos una imagen mental de la perfección con el fin de tratar de ser lo suficientemente buenos, pero no es una imagen real. Bajo ese punto de vista, nunca seremos perfectos. Como no somos perfectos, nos rechazamos a nosotros mismos. El grado de rechazo depende de lo efectivos que hayan sido los adultos para romper nuestra integridad.

Nos sentimos falsos, frustrados y deshonestos. Intentamos ocultarnos y fingimos ser lo que no somos. El resultado es un sentimiento de falta de autenticidad y una necesidad de utilizar máscaras sociales para evitar que los demás se den cuenta. También juzgamos a los demás según nuestra propia imagen de la perfección, y naturalmente no alcanzan nuestras expectativas. Nos deshonramos a nosotros mismos sólo para complacer a otras personas. Incluso llegamos a dañar nuestro cuerpo para que los demás nos acepten. Vemos a adolescentes que se drogan con el único fin de no ser rechazados por otros adolescentes.

Nadie, en toda tu vida, te ha maltratado más que tú mismo. El límite del maltrato que tolerarás de otra persona es exactamente el mismo al que te sometes tú. Si alguien llega a maltratarte un poco más, lo más probable es que te alejes de esa persona. Sin embargo, si alguien te maltrata un poco menos de lo que sueles maltratarte tú, seguramente continuarás con esa relación y la tolerarás siempre. Si te castigas de forma exagerada, es posible que incluso llegues a tolerar a alguien que te agrede físicamente, te humilla y te trata como si fueras basura. Cuanta más autoestima tenemos, menos nos maltratamos.

Has establecido millares de acuerdos contigo mismo. El resultado es lo que llamas tu personalidad. Si quieres vivir con alegría y satisfacción, debes hallar la valentía necesaria para romper esos acuerdos que se basan en el miedo y reclamar tu poder personal. Gastamos todo nuestro poder, primero en crear esos acuerdos, y después en mantenerlos. Sólo nos queda el poder justo para sobrevivir cada día.

Si somos capaces de reconocer que nuestra vida está gobernada por nuestros acuerdos y el sueño de nuestra vida no nos gusta, necesitamos cambiarlos. Cuando estemos dispuestos, habrá cuatro acuerdos muy poderosos que nos ayudarán a romper aquellos otros que surgen del miedo y agotan nuestra energía. Necesitas una gran voluntad para adoptar los Cuatro Acuerdos.
Pero si eres capaz de empezar a vivir con ellos, tu vida se transformará de una manera asombrosa.

Extracto de «Los cuatro acuerdos» de Miguel Ruiz

Continuación…

17 comentarios

Archivado bajo Colaboraciones, Metanoia, Superando Matrix

17 Respuestas a “La domesticación de los seres humanos.

  1. Hola, Alma9, gracias … 🙂 … un interesante trabajo … esperamos la continuación … iremos comentando … ¿es el vacío la matriz divina?

  2. Franliz

    SED FELICES YA , O SEGUIR HASTA EL AGOTAMIENTO.

  3. … estamos felices … 🙂 … seguimos hasta el agotamiento …

  4. Franliz

    …Una contradiccion muy doméstica…

  5. alma9

    🙂 gracias a todos.
    Los cuatro acuerdos, según la sabiduría Tolteca, es un libro muy cortito, donde el Dr. Ruiz trabaja sobre su propia experiencia y la relata de una forma muy amena, poniendo numerosos ejemplos, porque en estos temas es muy fácil malinterpretar las cosas. El mismo autor, según mi perspectiva, cae en alguna ocasión, en la misma trampa que está denunciando, lo cual indica lo fuerte que es la programación a la que somos sometidos. En todo caso un libro muy interesante
    Desde este punto de vista, que comparto, cada persona o espejo nos está ofreciendo la gran oportunidad de aprender y perfeccionar estas técnicas, si desarrollamos la capacidad de verlo y aprovecharlo.
    Féliz fin de semana a todos

  6. el acuerdo principal es el de ser SIN-CERO ,.. para el UNO.. todo lo demas es lietratura…eso sí, preciosa por lo que encierra de cierta.

    • alma9

      Las esculturas realizadas por los antiguos griegos, creo, tenían un gran valor cuando carecían de fallos, grietas, etc. Tanto la materia prima como la mano del artesano eran determinantes para conseguir esto. Cuando una escultura tenía defectos se le daba una mano de cera para disimularlos. De aquí viene la expresión sin cera y por extensión sinceridad.
      Nuestra experiencia la veo como un CERO, donde no hay principio ni final. Volvemos al punto de partida, inocentes como niños, pero niños conscientes, cargados de la sabiduría obtenida en el recorrido. Los errores o la literatura son parte del recorrido de esta consciencia, que pura partió y pura volverá, liberada de todo tras experimentarlo. Es mi forma de interpretarlo

      • esos ojos con que lo miras son tus ojos,… y su mirada la del Alma.
        un fuerte abrazo Alma9 sin cero,..con inocencia,… tras la experiencia.

      • alma9

        Sin cero, con inocencia… tras la experiencia, pero…. ¿No es necesario mirar a través de los ojos de un Alma «despierta» para poder liberar nuestro Espíritu y salir de este laberinto de pasiones y deseos? un tema de controversia. 🙂
        Un abrazo

  7. … nuestros sueños compartidos … (algo pesadilla) … 🙂 … el mundo …

    pero, no hay ningún retiro … nadie se retira … aunque descanse …

  8. alma9

    Para mi, lo realmente importante de este post es el ahorro de energía (impecabilidad) que se produce al darnos cuenta de como funciona el mundo y trabajar, mediante los cuatro acuerdos, o de cualquier otra forma para mantener a nuestro ego en el lugar que le corresponde, es decir al servicio de nuestro SER. Esta energía aumenta nuestra percepción y nos permite estar centrados en ese punto de equilibrio que tanto necesitamos para acceder más fácilmente a lo que realmente SOMOS y cambiar nuestra vida. Cambiar nuestra vida no significa aspirar a tener más cosas sino a ser felices haciendo lo que hacemos, sea lo que sea, y apoyarnos en nuestro SER, que pone en nuestro camino lo que vamos necesitando en cada momento.
    Aunque hace poco que conozco este método, me doy cuenta de que la auto-observación nos acaba llevando al mismo punto.

  9. Efectivamente, alma9, todos estamos más o menos integrados, en
    » el sueño de la sociedad o el sueño del planeta. Es el sueño colectivo hecho de miles de millones de sueños más pequeños. Incluye todas las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y maneras de ser, sus gobiernos, sus escuelas… »

    El objetivo, quizás podríamos decir que se trata de que aprendamos a observar, y uno de los métodos son los expresados en la cultura tolteca, de ésto no cabe duda: los cuatro acuerdos, vivenciados es una base que necesitamos consolidar, así como necesitamos la visión objetiva.

    • Así es Ágora, me parece un método muy completo y que produce resultados visibles, pero es preciso trabajo, paciencia y tomarlo como un reto divertido de llevar a cabo.

  10. Pingback: Los Cuatro Acuerdos y el Ángel de la Muerte | Ágora libre