Los Misterios del mundo, deben ser trasmutados rápidamente en los Misterios del Reino de Dios, en la energía del alma y en la revelación de la verdadera divinidad. El secreto oculto del loto invertido (el mundo) debe ser revelado por el loto abierto del reino de las almas.
Apropiación de los Cuerpos. Esta última definición nos lleva a considerar el tema de los rayos. La personalidad es la fusión de tres fuerzas mayores y su subordinación (después de haberse fusionado) a los impactos de la energía del alma. El impacto tiene lugar en tres etapas distintas, o “tres movimientos impulsivos”, como se los denomina en ocultismo, empleando la palabra impulsivo en su verdadero y común significado y no en sentido emotivo y fanático. Estos movimientos impulsivos son:
El impacto producido por el alma en la etapa de la evolución humana que llamamos individualización. En ese momento la forma llega a ser consciente de ese toque del alma, por primera vez. La terminología esotérica lo denomina “Toque de Apropiación”. El alma, entonces, se apropia del vehículo. A esta etapa le sigue un extenso período de gradual reajuste, desenvolvimiento y desarrollo. Esto tiene lugar en el sendero de la experiencia, donde el alma se aferra a su instrumento, la naturaleza o forma inferior.
El impacto producido por el alma debido a los problemas y apremios que surgen en las etapas posteriores de experiencia. Durante esta etapa la apremiante necesidad y los problemas originados por las fuerzas opuestas, llevan al hombre a someterse a una influencia superior. Entonces, desesperado, invoca al alma y a la fuente espiritual inherente a su naturaleza divina, no utilizada hasta entonces. A este impacto se lo denomina “Toque de Aceptación”, y significa que el alma accede a la demanda de ayuda y luz de la personalidad.
De este modo, el alma acepta guiar a la personalidad.
Observen que aquí me refiero a la actitud que adopta el alma hacia la personalidad y no a la de la personalidad hacia el alma, como comúnmente sucede. Este tratado se ocupa especialmente de las reacciones y actividades del alma, por medio de la energía de su rayo, y de su respuesta a la demanda de las fuerzas -enfocadas, combinadas e integradas- de la personalidad.
El impacto del alma durante las distintas y sucesivas iniciaciones, a las cuales se somete oportunamente el discípulo al pasar del cuarto al quinto reino de la naturaleza. A esta etapa se la denomina “Toque de Iluminación” donde, al reunir las fuerzas de la personalidad purificada y las del alma “que se acerca”, se “engendra una luz que no se desvanece”.
En estos tres impactos:
el Toque de Apropiación en el plano físico,
el Toque de Aceptación en el plano astral,
el Toque de Iluminación en el plano mental,
se resume en forma clara y concisa la actitud que adopta el alma hacia su instrumento que se prepara en forma acelerada.
El gran Toque de Apropiación reside racialmente en el pasado; el Toque de Aceptación tiene lugar en el campo de batalla de la naturaleza emocional, y el Toque de Iluminación se efectúa a través de la mente.
Las tres primeras iniciaciones son expresiones de estas tres etapas o impactos. Se puede decir también que las razas Lemuriana, Atlante y Aria, son también expresiones de las reacciones del hombre a estos tres acercamientos del alma.
En la tercera iniciación el alma y la personalidad se fusionan perfectamente a fin de que la luz resplandezca y se establezcan los grandes acercamientos entre el alma y la forma.
En este ciclo particular y en la actual raza Aria, la Jerarquía, como expresión del Reino de las Almas, recapitula estos tres inevitables pasos, efectuando ciertos acercamientos a la raza humana. Por lo tanto, se puede dividir a la humanidad en tres grupos y relacionarla con los tres acercamientos mayores:
El Acercamiento de Apropiación expresará el efecto que producirá el estímulo actual sobre las masas no evolucionadas. Millares de hombres y mujeres están en proceso de despertar y durante los próximos años llegarán a tener conciencia del alma, la cual va intensificando en cada individuo la apropiación iniciada en la crisis lemuriana de individualización; esta antigua actividad se repite nuevamente, como necesario esfuerzo de recapitulación. Todo esto se halla hoy, casi totalmente, en la esfera de la conciencia. La gran apropiación tuvo lugar hace millones de años. Un gran despertar tendrá lugar hoy en la conciencia sobre la significación de lo que entonces fue mayormente un gran acontecimiento físico, y las masas serán conscientes en su conciencia cerebral de esa primitiva apropiación. Esto se produce en virtud de un nuevo acercamiento del alma y su avance hacia su reflejo, la personalidad; lo cual produce, con el tiempo, el consiguiente reconocimiento por parte del hombre.
El Acercamiento de Aceptación será similarmente reconocido por los hijos de los hombres inteligentes y altamente evolucionados, los cuales percibirán la relación existente entre sus personalidades y el alma y entre las fuerzas de la naturaleza inferior y la energía del alma. De esta tarea particular se ocupa principalmente el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, si se consideran sus actividades desde el punto de vista de la Jerarquía. El trabajo de este grupo consiste en facilitar la entrada de la energía del alma, la cual se expresa como amor y buena voluntad; esto a su vez traerá como resultado la paz individual, racial y planetaria, y se desarrollará el gran aspecto grupal del acercamiento que se está llevando a cabo en la actualidad.
El Acercamiento de Iluminación lleva al discípulo a través del Portal de la Iniciación; es el efecto de la misma energía que actúa sobre las personalidades de los discípulos mundiales y trasforma su espíritu de aspiración en la luz de la iniciación.
En la tercera iniciación el alma y la personalidad se fusionan perfectamente a fin de que la luz resplandezca y se establezcan los grandes acercamientos entre el alma y la forma.
Consideramos, aunque superficialmente, el hecho de que el ego se apropia de las formas mediante las cuales puede expresarse en los distintos niveles de manifestación divina. Se ha observado que tales formas, a su debido tiempo, personifican la voluntad y el propósito de su interno Morador divino. Este Morador interno es el alma.
Trataremos también, aunque muy brevemente, los esfuerzos que realiza el iniciado a medida que trabaja por medio de y con el mecanismo subyugado de la personalidad para servir al Plan. El iniciado a su vez -utilizando el alma y el cuerpo en forma unida y alineada- se va dando cuenta gradualmente de una síntesis aún más elevada, Después de la tercera iniciación emprende un renovado esfuerzo para producir una fusión e integración más incluyente -esta vez con la mónada o el aspecto vida. Sobre esta última etapa poco puede decirse que sea de valor. La enseñanza que sería ininteligible para un iniciado de tercer grado, resultaría inútil e incomprensible hasta para el discípulo altamente integrado e inteligente, especialmente cuando tal enseñanza es necesario darla por medio de símbolos muy abstractos y complicados, que requieren un cuidadoso análisis e interpretación. Ninguna de estas enseñanzas superiores se imparte por medio de palabras, habladas o escritas.
Debería recordarse que el cuarto rayo es preeminentemente el rayo de la cuarta Jerarquía creadora, el reino humano, y tiene por consiguiente, un vínculo peculiar con las funciones, relaciones y servicio del hombre como grupo intermediario, grupo de enlace en nuestro planeta. La función de este grupo intermediario consiste en personificar cierto tipo de energía, la de la unificación, fuerza esencialmente sanadora que conduce a todas las formas a la perfección final por el poder de la vida inmanente, con la cual llega a unificarse perfectamente. Esto es producido por el aspecto alma o conciencia, cualificado por el rayo en cuestión. La relación de la familia humana con el esquema divino, tal cual existe, pone en estrecha armonía los tres reinos superiores de nuestro planeta y los tres reinos inferiores de la naturaleza, sirviendo así como centro de distribución de la energía divina. El servicio que la humanidad debe prestar, consiste en producir la unidad, la armonía y la belleza de la naturaleza, por la fusión del alma de todas las formas en una unidad funcionante y relacionada. Al principio se logra individualmente, luego en forma grupal y, finalmente, se manifiesta por medio de un reino de la naturaleza.¿cuarto reino y/o los superiores?