La Mónada acoge en su interior al «Ser Nirvánico» autoconsciente, gestando así al Hijo.

virgen y madre

10  Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.   11    Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. 12  Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros.

Por consiguiente, antes de que el puente pueda ser verdaderamente construido y «proyectado en el camino ascendente, proporcionando un paso seguro para los cansados pies del peregrino» (como dice El Antiguo Comentario), el discípulo debe empezar a reaccionar en respuesta al capullo cerrado del loto o joya, que se halla en el centro del loto abierto. Esto lo hace cuando los pétalos de sacrificio del loto egoico asumen el control de su vida, cuando su conocimiento es trasmutado en sabiduría, cuando se acrecienta su amor para el todo y suma a ello el «poder del renunciamiento». Estas tres cualidades egoicas -cuando funcionan con cierta potencia- producen una actividad acrecentada en el mismo centro de la vida del alma, el corazón del loto. Debe recordarse que las correspondencias o analogías del loto egoico con los tres centros planetarios son las siguientes:

Shamballa: La joya en el loto.
Jerarquía: Los tres grupos de pétalos.
Humanidad: Los tres átomos permanentes dentro del aura del loto.

Los estudiantes deben además recordar que es necesario desechar la idea común de que el sacrificio es un proceso de abandono o renunciamiento a todo lo que en la vida sea digno de vivirse. Sacrificio es, hablando técnicamente, la realización de un estado de bienaventuranza y éxtasis, porque es el conocimiento de otro aspecto divino, oculto hasta entonces, tanto por el alma como por la personalidad. Es la comprensión y el reconocimiento de la voluntad al bien que hizo posible e inevitable la creación, verdadera causa de la manifestación. Mediten sobre esto, pues es muy diferente, en su significado, de los conceptos usuales respecto al sacrificio.

Cuando el discípulo ha obtenido el fruto de la experiencia, el conocimiento, y aprende a trasmutarlo en sabiduría; cuando su objetivo es vivir verdadera y realmente, y cuando la voluntad al bien es la meta que corona su vida diaria, entonces puede empezar a evocar la Voluntad. Esto hará que el vínculo entre la mente superior y la inferior, el espíritu y la materia, la mónada y la personalidad, sea un hecho definido. Entonces de la dualidad sobreviene la [i493] triplicidad; luego la potencia del núcleo central en el vehículo egoico destruye -en la cuarta iniciación- las tres expresiones circundantes, las cuales desaparecen, efectuándose la así llamada destrucción del cuerpo causal. Ésta es la verdadera «segunda muerte» -muerte total de la forma.

Prácticamente en todo lo que puedo decir respecto al proceso de proyección, es un proceso viviente que deriva de la experiencia diaria consciente y depende, hasta donde es posible, de la expresión de los aspectos divinos en la vida del plano físico. Cuando hay una tentativa de acercar la vida de la personalidad a las demandas del alma y el empleo del intelecto en bien de la humanidad, el amor comienza a controlar; entonces el significado del «sacrificio divino» es acrecentadamente comprendido y se convierte en la expresión espontánea natural de la intención individual. Entonces es posible la proyección del puente.

Lógicamente,   la   atención  de   «éste blog» intentará permancer investigando alrededor del Óvulo Materno (Gnosis, Espiritu) hasta que se completen los procesos del Nuevo Nacimiento.

En biología, se denomina cigoto, cigota, huevo o zigoto (del griego ζυγωτός zygōtós ‘uncido, unido’, derivado de ζυγοῦν zygoûn ‘uncir, unir’)1​ a la célula resultante de la unión del gameto masculino (espermatozoide o anterozoide) con el gameto femenino (óvulo) en la reproducción sexual de los organismos (animales, plantas, hongos y algunos eucariotas unicelulares). La fusión de los gametos va seguida de la fusión de los núcleos, con lo cual resulta que el núcleo del cigoto posee dos juegos completos de determinantes genéticos (cromosomas), cada uno de ellos procedente del núcleo de un gameto.2​ Su citoplasma y sus orgánulos son siempre de origen materno al proceder del óvulo.

El cigoto resultante experimenta un proceso denominado segmentación, en el cual se producen varias mitosis consecutivas y se origina una masa de células embrionarias, los blastómeros, que conforman la mórula, que posteriormente evoluciona a blástula. Todos los animales (s.s.) experimentan este fenómeno. El huevo y después el cigoto, presentan una polaridad determinada, de modo que se distingue el polo germinativo o polo animal, donde se sitúa el núcleo y donde se desarrolla toda la actividad metabólica, y el polo vegetativo que es la zona donde se acumulan las sustancias de reserva o vitelo.

esquema constitucion

ángel solar: mente y memoria monádica

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5 Respuestas a “La Mónada acoge en su interior al «Ser Nirvánico» autoconsciente, gestando así al Hijo.

  1. En consecuencia, la masa humana ha llegado a un punto en que emerge de la oscuridad; ha evocado la reacción de los poderes del mal, de allí el intento de detener el progreso del espíritu humano y la marcha progresiva de lo bueno, lo verdadero y lo bello.

    Los aspirantes y discípulos en probación, están ocupados con el proceso definido de centralizar sus conciencias en el alma. Este proceso está compuesto de dos partes:

    La intensificación de la vida de la personalidad, para ser desarrollados al máximo, sus poderes individualistas.
    El avance hacia la luz y el contacto consciente con el alma.

    Involucra la primer etapa del proceso de alineamiento, el esfuerzo concentrado y enfocado, de acuerdo al rayo y propósito de la vida del alma. Ello puede adoptar la forma de intensa dedicación a un esfuerzo científico, o de profunda concentración en el trabajo espiritual del mundo, o de consagración total al esfuerzo humanitario, no importa cual sea. Llamo la atención sobre lo que acabo de decir. En cada caso el poder motivador debe ser el mejoramiento, llevado a cabo por medio de un máximo esfuerzo, pero -dados el recto móvil y el esfuerzo para desarrollar simultáneamente un buen carácter y un propósito estable- el aspirante a discípulo en probación hallará oportunamente que ha podido establecer una definida relación con el alma; habrá descubierto que el sendero de contacto entre alma y cerebro, vía la mente, se ha abierto y que él ha dominado la primer etapa en el necesario proceso de alineamiento.

    Logrado esto, el hombre pasa al sendero del discipulado, y puede emprender el trabajo que estoy delineando en este tratado. Como podrán ver, toda la familia humana ha alcanzado un punto central y muy importante en el sendero evolutivo. El paso inmediato para todos -cada cual en su propio lugar- es permanecer correctamente orientados, sin amedrentarse por las circunstancias, y luego avanzar intrépidamente hacia adelante.

    He dado seis métodos para la construcción del antakarana, y cuando consideremos el tercer punto, me referiré a ellos en frecuentes intervalos. Los métodos de rayo que consideraremos, son los excepcionalmente posibles de utilizarse en las siete líneas principales de energía emanante, cuyos diferentes tipos de rayo ejercerán presión en las seis etapas del proceso de construcción. Los discípulos, que pertenecen a cualquiera de estos siete rayos, emplean la misma técnica de construcción: Intención, Visualización, Proyección, Invocación y Evocación, Estabilización y Resurrección. De éstas, las dos primeras constituyen una técnica uniforme para todos los rayos, pero cuando se llega a la etapa de Proyección las técnicas de rayo empiezan a diferir; ahora trataremos de estas técnicas de rayo o métodos de trabajo, conjuntamente con las siete Palabras de Poder. [e413]

    Los Siete Métodos de Rayo Empleados en el proceso de Construcción.

    Hasta no alcanzar la etapa de proyección, los métodos que emplean los discípulos de cada rayo son idénticos. Su intención es una, y todos deben lograr la misma medida de tensión y preparación para la construcción del puente, reuniendo la necesaria energía desde dos fuentes -la personalidad y el alma. Por medio de este enfoque y su tensión resultante, y por la evocación de la Tríada espiritual y el principio del proceso dual de construcción desde ambos extremos del puente (si es posible y permitido emplear esta frase), el trabajo avanza uniformemente. Entonces se emplea la imaginación creadora, [i502] que constituye la segunda etapa, presentando gran dificultad a los aspirantes de primero y séptimo rayos. Ninguno de ellos puede organizar con facilidad la energía material, orientar las corrientes de energía y ver su objetivo, clara y pictóricamente, con el ojo de la mente, siendo un proceso sumamente difícil. Sin embargo deben hacerlo de alguna manera, porque el empleo de la imaginación visual es un factor esencial en el proceso de construcción y uno de los principales medios de enfoque, previo a la proyección.

    Este proceso de proyección comprende tres actividades principales:

    1. Después del debido enfoque y de una cuidadosa, secuencial y sistemática visualización del «arco iris», el discípulo -mediante un esfuerzo definido e independiente- evoca el aspecto voluntad de su naturaleza, hasta donde le es posible en esta encarnación. En relación con esto surgen los diferentes métodos de rayo, y su diferencia la determina la cualidad de la vida de rayo.

    2. El discípulo debe mantener constantemente la triple conciencia, no solo en teoría, sino de hecho, para que emplee simultáneamente las tres líneas paralelas de pensamiento, o las tres corrientes de energía activa:

    a. Es consciente que, como personalidad y alma, está abocado al proceso de la construcción del puente, sin perder en ningún momento su sentido de identificación consciente.

    b. Es consciente del centralizado punto de tensión alcanzado y que han contribuido a ello tres corrientes de energía -la energía enfocada de la personalidad, ubicada en la mente concreta inferior, la afluyente energía magnética del alma, surgiendo de los doce pétalos de las tres hileras, además de la hilera del loto egoico, y la energía de la «joya en el loto», afluyendo todas al centro de tensión, en los niveles mentales de la mente inferior.

    c. Es consciente de la proporción de conciencia de la energía de su rayo que puede penetrar en su percepción, siendo ésta la energía de su rayo egoico y no la fuerza de la personalidad. Se esfuerza por considerarse como un punto de determinada energía matizada por la vida de su rayo, y tiene cuidadosamente presente que la energía de su rayo egoico es la principal energía por la cual la mónada trata de expresarse, y también que su triple vehículo egoico es un reflejo de los tres aspectos de la Tríada espiritual, estando estrechamente relacionado con ellos. Esta relación y su interacción y efecto conscientes, son evocados por la construcción del antakarana, que eventualmente (cuando son suficientemente poderosos) activan la irradiación de la «joya en el loto».

    3. Cuando estas tres etapas de realización se han completado hasta donde el discípulo se siente capaz de desarrollarlas, sólo entonces se prepara para emplear específicamente su método de rayo, en preparación para el «sonido proyector» o Palabra de Poder.

    Como se verá, todo lo que antecede constituye un proceso definidamente planificado, de naturaleza básicamente científica, que debe ser cuidadosamente seguido como el procedimiento de cualquier investigación científica, a fin de obtener alguna forma química avanzada. La única diferencia, hablando científicamente, es que todo el proceso es llevado a cabo en niveles subjetivos y en el reino de la conciencia, lo cual requiere conciencia y concentración, innecesarias cuando se trabaja en forma más tangible en el plano externo de la percepción. Al principio parece complicado cuando el discípulo trata de dominar las diferentes etapas del proceso, pero llega a ser totalmente automático una vez dominado. He aquí un resumen del proceso, hasta el punto de proyección definida.

  2. Luego, la vida del alma -tal como fue comprendida hasta entonces- se desvanece y el cuerpo causal desaparece. La suma total de los recuerdos, las cualidades y las adquisiciones, son absorbidas en la mónada.

    Las palabras «Yo y mi Padre somos uno» llegan a ser verdad. El cuerpo astral también se desvanece en el mismo gran proceso de renunciación, y el cuerpo físico (como agente automático del cuerpo vital) ya no es necesario, aunque persiste y sirve un propósito, cuando la mónada así lo requiere. En vez del aspecto forma tenemos, en el plano físico, la mónada, la esfera de la Tríada espiritual y el cuerpo etérico.

    Quisiera recordar aquí que los niveles de existencia consciente que consideramos amorfos, lo son relativamente, porque nuestros siete planos constituyen los siete subplanos del plano físico cósmico. Cuando se ha alcanzado este punto de realización, el centro de la conciencia se halla en la naturaleza voluntad y no en la naturaleza amor. La actividad y el amor están presentes en plena medida, pero el foco de atención del iniciado está centrado en el aspecto Voluntad de la Divinidad.

  3. Nos «cuesta un poco» darnos cuenta, que la conciencia, permanece SIEMPRE, sólo que en diferentes estados de observación. Porfa, compruébelo cada uno, porque es así.

    Paulatinamente, nuestra conciencia del Alma, en algunos casos percepción ethérica, irá despertando objetivamente,
    pues nuestra constitución verdadera es «vacuidad pristina», «algo» que es «distinto» a las sensaciones que nos ofrecen nuestros sentidos en su «estado» de tangibilidad ordinario.

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