impulsos del quantum espíritu: discernimiento y misericordia

12   Al oír El esto, dijo:  Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.  13  Mas id, y aprended lo que significa: «MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO;   porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.  16   Nadie  pone  un remiendo de tela nueva  en un vestido viejo; porque el remiendo al encogerse tira del vestido y se produce una rotura peor.  17  Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces los odres se revientan,  el vino se derrama y los odres se pierden;   sino que se echa vino nuevo en odres nuevos, y se conservan.

En la temporalidad, nada hay nuevo bajo éste sol: afanes vacúos;  las Leyes Espirituales del Nuevo Mundo, ya fueron  indicadas hace tiempo: 
3   Bienaventurados los pobres en espíritu; porque de ellos es la realidad.

Se trata del reconocimiento del alejamiento, obstrucción, del Espíritu, el hundimiento en la materialidad: el alma humana, engañada se encuentra ciega, y no puede  reconocer la verdad, para lo cual necesita una de las características del PNEUMA, espíritu verídico que todo lo puede desenmascarar. Necesitamos reconocer ésto, para dirigirnos a la sanación: el regreso a nuestro Universo Nirvánico de Origen, reconocible para nosotros, porque en Él Reina la Sabiduría y la Paz.

Las terapias fueron llamadas «sacrificio entre lo inferior a lo superior», entanto que criterio, reconocimiento en la apertura de los portales, custodiados por el ángel de la Presencia, que es el conocimiento y sellado de las puertas del acceso de lo infernal. Las leyes que estamos considerando se refieren enteramente a la relación que existe entre las almas y la síntesis que subyace en las formas. Rigen el contacto consciente establecido entre los múltiples aspectos del Alma Una.

La Ley del Impulso Magnético rige la relación, la interacción, el intercambio y la interpenetración entre los siete grupos de almas ( las siete comunidades ) en los niveles superiores del plano mental, el cual constituye la primera de las mayores diferenciaciones de la forma. Sólo podemos estudiarlas inteligentemente desde el ángulo de los siete grupos de rayo, ya que componen el aspecto espiritual de la familia humana. Esta ley rige también la relación entre las almas que, al manifestarse por medio de la forma, entran en mutua armonía.

En consecuencia, es una ley que concierne a la interrelación de todas las almas, dentro de la periferia que los cristianos denominan «el Reino de Dios». Por la correcta comprensión de esta ley el hombre llega a conocer su vida subjetiva, a manejar el poder subjetivamente y a trabajar conscientemente en y con la forma, mientras mantiene su polarización y su conciencia en otra dimensión y actúa dinámicamente detrás de la escena. Dicha ley concierne a esas actividades esotéricas internas que no se relacionan primordialmente con la vida de la forma.

Dichas leyes rige también la relación del alma de un grupo con las almas de otros grupos. Gobierna la interacción, interacción vital, pero que aún no ha sido reconocida como potencia entre el alma del cuarto reino de la naturaleza, el humano, el alma de los tres reinos subhumanos y análogamente el alma de los tres reinos superhumanos. Debido a la parte preponderante que la humanidad debe desempeñar en el gran esquema, o sea el Plan de Dios, ésta ley determinará la ley de la raza. Sin embargo, esto no sucederá hasta que la mayoría de los seres humanos comprendan algo de lo que significa actuar como alma. Luego, cuando la humanidad obedezca a esta ley, actuará como transmisor de luz, energía y potencia espirituales, para los reinos subhumanos, y constituirá un canal de comunicación entre «lo que está arriba y está abajo,» en la unidad perfecta de entrega, sacrificio, servicio, del Pneuma Espíritu.

agoralibre
1 febrero, 2016 en 3:48 pm

Lo que me parece más valioso, de todos éstos temas,
es que si éstos son los medios, que conciernen aplicar correctamente, una vez comprendidos o asimilados, porque también han sido y son los que aplicaron otros, y por lo tanto, son verificables,

… entonces, por lo menos es de agradecer que los planteemos
e intentemos abordarlos, … aunque sea de manera imperfecta …

nuestra relación individual esencial

El planteamiento fundamental, que quisiera exponer, es la sencillez de la realidad que llaman espiritual; algo que es totalmente cercano a cada individuo, a toda persona, pero también algo que tenemos que descubrir.

30  Yo  y  el  Padre  una  cosa  somos.     31  Entonces  volvieron  a  tomar piedras los Judíos para apedrearle.

6 Mas tú, cuando ores,  entra en tu alcoba, y  cerrada tu puerta  ora  a  tu  Padre  que está en secreto.  21  Porque donde esté vuestro tesoro,  allí estará también vuestro corazón.  22  La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo estará lleno de luz.

Se ha pretendido ocultar y hacer dependiente de alucines, la unión hipostática de el Alma Humana, pero tal cosa no es posible. La enseñanza de Jesús de Nazareth, nos está diciendo que la Unidad entre Yo, y el Padre, siempre es Uno, nuestra individualidad, que Es, Ser Crístico salvo y verdadero.

8  Respondió el centurión y dijo:  Señor,  no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra,  y mi siervo sanará.  13  Entonces Jesús, al ver que tenía discernimiento, dijo al centurión: Ve, y  tal  como  creíste  te  sea  hecho.   Y  su  servidor  fue sano en aquella misma hora.

El discernimiento nos indica que el Yo Universal, nuestro Padre, la Mónada, no puede hallarse limitado a las conceptualizaciones de el yo inferior: hemos de descubrir las sendas que nos permitan Ser.

roverdos
28 enero, 2016 en 11:07 am

Yo y el padre una sola cosa somos,…
pasado, presente y futuro, uno solo es,…
lo que hicimos, hacemos y haremos, no son mas que las diferentes posibilidades en las que se desarrolla la semilla de la conciencia que dolorosamente se abre paso,…

nuestra supuesta separación,… solo delirio,…
mantillo donde germinará la mente superior, que sumergida en las aguas del rio del olvido, necesitó del tiempo,…
para elevar sus espirales,… y eclosionar en el infinito.

alma9
24 enero, 2016 en 10:30 pm

Creo que la forma de descifrarlos van en la línea que apunta Ágora sobre la relación con el Yo. El Instructor y el sujeto que recibe la instrucción, el observador y lo observado, el Conocedor y el Conocimiento. Es lo mismo y por eso remarco lo que K. Rimpoché dice en su vídeo sobre la necesidad de integrar objeto y sujeto para superar la dualidad.
He recuperado dos fragmentos escritos por Ágora en el post anterior y que considero importantes:
“Voy a dejar apuntado aquí, el dato que considero fundamental, para
asentar las bases de lo que se trata: nuestra mónada espíritu, es
posiblemente semejante, a antimateria en estado puro, perfecto.
Por ello, necesitamos primero construir, tejer Sus vestiduras.”

“Tenemos que elaborar el cáliz de la comprensión. Es decir, necesitamos primero el recipiente, hacernos conscientes de.”

Esto que has escrito y que es muy importante, se pude relacionar con los triángulos que has puesto arriba: con la sabiduría adquirida en el pasado
y a través de la que actuamos en el presente, podemos construir esas vestiduras a través de las cuales todo el “circuito” se retroalimenta constantemente.

El Antiguo Comentario, escrito sin tiempo, referente a esto dice:

«Los tres que eran considerados como todo lo que era, actuando como Uno y controlando los siete, ya no existen. Los siete que respondieron a los tres, respondiendo al Uno, ya no oyen la triple llamada que determinó todo lo que fue. Sólo quedan los dos, para demostrar al mundo la belleza del Dios viviente, la maravilla de la Voluntad al Bien, el Amor que anima al Todo. Los dos son Uno, y así el trabajo queda terminado.
Y entonces los «Ángeles cantan».