vibración; esencia de vida

“ Desde  el  todo , que  es  puro  espíritu,  hasta  la  más  grosera   forma de  materia, todo está en vibración:  cuanto más alta es ésta, tanto más elevada es su posición en la escala.   La vibración del espíritu es de una intensidad infinita;  tanto,  que prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rapidísimamente parece que está sin movimiento. Y en el otro extremo de la escala hay formas de materia densísima, cuya   vibración es  tan  débil  que  parece  también  estar  en  reposo.  Entre ambos polos, hay millones de graduaciones de intensidad vibratoria.»

Ésto nos indican los escritos del  Kybalion:  “ Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra ”.

El principio de polaridad, nos manifiesta;  “ Todo es  doble;  todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades;  todas  las   aparentes  paradojas  pueden   entenderse  ó  reconciliarse ”.

En cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y los “opuestos” no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados vibratorios entre ambos.  El calor y el frío, aunque opuestos,   tienen  la  misma  composición,  son  realmente  lo  mismo.

El mismo principio se manifiesta en la  “luz”  y  la  “oscuridad”,   las que, en resumen, no  son   sino    aspectos,  siendo ocasionada la diferencia  por  la  diversidad  de  grado  entre  los  dos  polos  de  lo  fenoménico.